Los diversos especialistas que se sentaron ayer en la mesa de la cumbre mundial de ciudades y regiones, en la sala de la Corona de la DGA, dieron sus particulares fórmulas para convertir las concentraciones humanas en lugares habitables, en los que se puede disfrutar respetando y explotando el territorio. Estas son algunas de las propuestas más importantes que se han apuntado.

Ecología de bajo coste y grandes resultados

El exalcalde de Curitiba (Brasil) y actual presidente de la Unión Internacional de Arquitectos, Jaime Lerner, explicó en media hora cómo convirtió con pocos recursos y mucha imaginación una ciudad de 1,6 millones de habitantes en una referencia mundial en ecología. Lerner asumió la Alcaldía hace trece años y lanzó un programa de intercambio de basura por alimentos y tickets en los barrios más depauperados. Lo acompañó de un decidido plan de concienciación ecológica en las escuelas y ha logrado que ahora la ciudad recicle el 70% de su basura. Algo parecido hizo con las protecciones de los ríos: en vez de gastar dinero en diques de hormigón, plantó colchones verdes que ahora se mantienen a bajo coste con la ayuda de rebaños de ovejas. Y la lana se vende para las campañas de alimentos y formación de los menores. "Ya hemos logrado sacar a 80.000 niños de la calle", recordó.

Edificios autónomos con calidad de vida

El reconocido arquitecto japonés Kisho Kurokawa está logrando con éxito en el Sudeste asiático crear entornos urbanos con calidad de vida, en los que los edificios se convierten casi en microciudades con alta calidad de vida. Firme defensor de las ciudades compactas, Kurokawa diseña edificios con un fuerte componente vertical, en los que la ventilación es natural a través de una doble fachada y en los que los usos se van superponiendo de forma ordenada: en el subsuelo se ubican los aparcamientos con conexiones a la red de transporte público, la planta calle acoge comercios, las primeras plantas, oficinas y las superiores, viviendas. Las azoteas las reserva a zona verde y equipamientos. Además, comunica los edificios a través de puentes para potenciar las relaciones sociales. A su juicio, este modelo también sirve para ciudades con edificios de poca altura.

El valor estratégico y urbanístico del agua

"Las ciudades sobre el agua serán las líderes del siglo XXI". Con esta frase abrió su intervención el profesor de diseño urbano de Venecia Rinio Bruttomesso, para quien la puesta en valor de este recurso es una pieza clave para el urbanismo del futuro. Bruttomesso señaló que no hay ciudad en el mundo que no mantenga algún tipo de relación con el agua, por lo que invitó a reinventarla como elemento urbanístico. A su juicio, su integración recalca las formas y ensalza los edificios, permite su utilización como medio de transporte, embellece el paisaje urbano y es una fuente de recursos turísticos y comerciales. Sus únicos peligros son los desastres naturales y la acción humana. Kisho Kurokawa también da importancia a los ríos y recomienda convertirlos en "fachada" de una ciudad para evitar así que sigan siendo tradicionales "alcantarillados" de patio "trasero". "Así la gente entenderá que hay limpiarlos".

Reinventar el transporte público y popularizarlo

La profesora de diseño urbano Patricia Zingsheim presentó en la cumbre el proyecto de la ciudad de Boston para reinventar el transporte público y acabar así con el dominio absoluto del vehículo privado. Este plan que está en marcha también pretende acabar con la imagen del autobús como sistema de comunicación de clase baja, para lo que se ha ideado un anillo subterráneo por el que circulará un bus rápido. Sus túneles serán independientes a los del metro y a los del resto del tráfico rodado. Todos los autobuses estarán controlados por un sistema de transmisión por satélite, con el que se sabrá su nivel de ocupación o el tiempo que dedicará hasta llegar a su parada (similar al de Zaragoza). Algunos vehículos funcionarán con electricidad o gas natural. El objetivo de potenciar el transporte público es compartido por Toronto o Curitiba.

Participación social y lucha por la igualdad

El presidente del Consejo Europeo de Urbanistas, Charles Lambert, defendió ayer como básica la participación social para mejorar las ciudades, algo en lo que a su juicio juega también un papel fundamental el hecho de pertenecer a una red de ciudades conservando la identidad cultural. Lambert, experto en planificación de urbes, considera también preciso acabar con las disparidades económicas que alteran el equilibrio social. Además, adelantó que el próximo año se presentará una nueva carta de Atenas, que sustituirá a la presentada en 1993 y en la que se van a plantear los nuevos objetivos de la ciudad moderna, que apuntó de forma resumida: "Un sistema urbano policéntrico, una organización que permita el acceso igualitario a estructuras culturales y de conocimiento y una gestión prudente que asegure un desarrollo sostenible que proteja la naturaleza".