CiU agradeció ayer a José María Aznar que haya decidido no enviar tropas al conflicto de Irak, pero le reprochó que aliente la guerra unilateral que promueve Estados Unidos al margen de la ONU. El presidente, en su réplica, reconoció que la presión de las manifestaciones ha influido en que la participación española en el operativo militar contra Bagdad sea más limitada.

El portavoz del Grupo Catalán, Xavier Trias, agradeció a Aznar "la no participación de las tropas españolas en cualquier tipo de ataque y que sea siempre humanitaria", pero lamentó que el Gobierno haya gastado más energías en legitimar la guerra que en buscar la paz.

LA LEY DEL MAS FUERTE Tras subrayar que la guerra no tendrá legitimidad sin el apoyo de la ONU, Trias reprochó a Aznar el flaco favor a la legalidad internacional que, en su opinión, ha supuesto la cumbre de las Azores. "Se ha embarcado en una coalición militar que desprecia la autoridad de la ONU y sienta las bases de un nuevo orden mundial en el que prevalecerá la ley del más fuerte", dijo.

El portavoz de CiU también se quejó de la incapacidad del Gobierno para explicar su posición e incidió en el abismo entre Aznar y la opinión pública. El presidente le respondió que "la opinión pública tiene unas reacciones que hay que comprender". Y aseguró que las ha tenido en cuenta a la hora de optar por una participación de las Fuerzas Armadas españolas limitada a la ayuda humanitaria.

EL MISMO RASERO En su turno, el portavoz del PNV, Iñaki Anasagasti, acusó a Aznar de querer aplicar en Irak "la misma dureza terrible" que mantiene contra ETA. Anasagasti dijo que comparte la dureza contra la banda etarra, pero insistió en que no puede utilizar el mismo rasero para "masacrar Bagdad".

El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, pidió ayer a José María Aznar que dimita "para no contaminar al PP" y porque "está haciendo lo contrario de lo que quieren los ciudadanos". También le advirtió de que su formación le llevará ante los tribunales de justicia por su responsabilidad en un conflicto ilegal. Llamazares acusó a Aznar de "usurpar las funciones del Rey y de las Cortes Generales" al enviar soldados, aunque sea en la retaguardia. El presidente consideró "fantasmagórico" el discurso del líder de IU.