La sentencia por los atentados del 11-M, que se ha hecho pública hoy, ha creado en las víctimas sentimientos encontrados, ya que mientras algunas consideran satisfactorio el fallo otras se sienten decepcionadas por las absoluciones y por las, a su juicio, bajas penas acordadas por el tribunal. Numerosas víctimas, acompañadas de familiares, han presenciado en las instalaciones de la Audiencia Nacional en la Casa de Campo la lectura de la sentencia, muchas de las cuales no han podido contener las lágrimas al abandonar el recinto, desilusionadas, sobre las dos de la tarde.

Otras, indignadas, escupieron y profirieron frases como "asesinos", "perros" y "cerdos" al paso del furgón de la Guardia Civil que trasladaba a los condenados a prisión. La mayoría de las víctimas creen que la sentencia es "demasiado blanda", dada la gravedad de los atentados y el elevado número de víctimas mortales, aunque hay quienes se sienten satisfechas y contentas por la actuación de la Justicia. "Es indignante que los de la trama asturiana hayan salido en libertad cuando ayudaron a que muriesen nuestros familiares porque sabían que los explosivos eran para cometer un atentado en nuestro país", ha declarado el hermano de una joven fallecida en los atentados. A su juicio, "hay más culpables que no han sido procesados, y es triste porque nunca pagarán por lo que hicieron".

En este sentido, también se han pronunciado los padres de Luis Tenesaca, un joven de 17 años que falleció en el tren de la calle Téllez, para quienes las penas acordadas por el Tribunal "son irrisorias". Este matrimonio también ha dicho que "no se ha hecho Justicia", porque ellos están "condenados de por vida" y lo "más triste" es que "dentro de poco nosotros quedaremos en el olvido, mientras que otros culpables están en libertad porque muchas personas callaron lo que sabían". "Es la cosa más vergonzosa que puede pasar en nuestro país", ha señalado por su parte con lágrimas en los ojos Carolina Rodríguez, quien perdió en la masacre a su padre y a su hermano y cree que tras conocerse la sentencia, que establece penas "ridículas", "cualquiera puede poner una bomba".

Otros se han mostrado más positivos y han dicho que se iban a casa contentos, como Isabel Casanova, cuyo hijo y exmarido fallecieron en los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid. Casanova ha dicho que con la sentencia "se ha desmontado la teoría de ETA" y ha concluido que "la culpa de todo esto ha sido la participación en la guerra de Irak y la foto de las Azores".

Asimismo, María López, otra afectada, ha señalado que "los culpables han sido condenados, y se ha juzgado lo que se podía juzgar", aunque ha resaltado que "esto no es un punto final, sino un punto y aparte, porque habrá cosas que tendremos que recurrir". Desde primera hora de la mañana ha sido máxima la expectación mediática, ya que medios de comunicación de todo el mundo estaban presentes ante el edificio de la Casa de Campo, junto a un amplio despliegue policial.

Salvo las víctimas, los periodistas y los policías -con perros, a caballo y en helicóptero- sólo cuatro estudiantes de Ciencias Forenses y Criminalística se han acercado hasta las instalaciones para conocer "in situ" la resolución. "Nos hemos acercado por el interés social y porque queríamos presenciar un acto jurídico de este calibre", ha dicho uno de ellos, Juan Manuel Gavilán, pegado en todo momento a la radio para seguir la retransmisión de la lectura de la sentencia.