Nerea Torralba barre y rompe el hielo. A sus 18 años, acumula gestas y conquistas. Ha sido la primera aragonesa en disputar un preolímpico de curling, acaba de ser convocada para los Juegos Universitarios que se disputarán en Suiza del 6 al 14 de diciembre y se colgó el bronce en el Campeonato de España absoluto tanto en 2020 como en 2021. Sus características y estilo de juego le han abierto, asimismo, las puertas del Campeonato de Europa que se celebrará este mes en Lillehammer, algo que «no me esperaba para nada». «El equipo que ganó el Campeonato de España, el Iparpolo de Vitoria, y que representará a España en el Europeo, me eligió porque le faltaba una jugadora. Me llamaron y acepté encantada, por supuesto», explica la deportista oscense.

Además, cuando estaba el equipo ya formado para el Europeo se supo que España tenía una plaza en el preolímpico en Turquía, «pero era una mera toma de contacto porque lo realmente importante es el Campeonato de Europa», advierte Nerea, que, de este modo, resta relevancia al hecho de que el combinado español no haya podido clasificarse, finalmente, para los Juegos. «Además, cambiaron el método de clasificación para las Olimpiadas y muchos de los equipos buenos se quedaron fuera. Así que no fue un disgusto no entrar. Más o menos estaba asumido», insiste. Participaron diez equipos femeninos que, divididos en dos grupos, lucharon por las dos plazas que dejaron a las puertas de los Juegos Olímpicos.

Su idilio con el curling comenzó por casualidad. «Una chica había ido a las Olimpiadas a Jaca y el Club Hielo Jaca organizó una jornada de puertas abiertas y mi padre nos llevó a mis hermanas y a mí. Me gustó y luego vino todo lo demás», recuerda Nerea, que compaginó el curling con el baloncesto hasta que una lesión le obligó a pasar por el quirófano y abandonar la canasta. «Pasé a centrarme en el curling y el bronce que logré en el Nacional provocó que me acabara de enganchar». 

Natural de Berdún y estudiante de Medicina en Pamplona, la altoaragonesa admite que todavía no es consciente de todo lo que está consiguiendo. Acaba de cumplir la mayoría de edad y ya es una de las figuras más relevantes de la comunidad en un deporte que también ha seducido a sus hermanos. «Desde el año pasado, acuden a clase en el centro de tecnificación deportiva de curling, lo que nos obligó a subir a Jaca a vivir». La vida, entonces, empezó a cambiar a toda la familia, pero la de Nerea hace tiempo que no es como la de las demás chicas de su edad. «La verdad es que no me doy cuenta todavía de lo que estoy haciendo. Quizá más adelante sí, pero tengo claro que todos los sacrificios que tengo que hacer valen la pena. Claro que a veces me apetece salir con amigos o quedarme en casa un fin de semana, algo que, por cierto, hace mucho que no puedo hacer», reconoce la aragonesa, que se las apaña para estudiar «cuando puedo, sobre todo entre semana. Los fines de semana, con tanta competición, es prácticamente imposible. Toca organizarse como se puede».

A estas alturas, Nerea todavía se ve obligada a explicar qué es el curling, un deporte «más pausado» que el fútbol o el baloncesto, pero que requiere, asimismo, «mucha concentración, esfuerzo y sacrificio». En todo caso, la aragonesa afirma que «hay personas que lo conocen, dicen, porque sale en ‘Los Simpons’. Yo no tenía ni idea. Otros no lo entienden ni son tan abiertos, pero muchos investigan sobre eso que consiste en barrer el hielo», dice Nerea, cuyo sueño a corto plazo es «ganar el Campeonato de España con mi club para ir al Europeo», aunque el más grande está claro: «Ojalá pueda estar en unos Juegos Olímpicos». 

Mientras, la aragonesa seguirá avanzando hacia esa meta con pasos de gigante y compaginando su pasión con los estudios del primer curso de Medicina. El reto es mayúsculo, pero Nerea amenaza con barrer. Y seguir rompiendo el hielo. El futuro está en sus manos. Y sabe cómo usarlas.