Probablemente el maratón de Zaragoza sea la gesta más conocida de Ana Revilla. Sin embargo, ella valora más toda su trayectoria en el triatlón, que es a lo que le ha dado prioridad todos estos años aunque ahora lo tenga «un poco apartado». Esta mujer zaragozana de 41 años se centra ahora en las carreras de montaña y uno de sus próximos retos es correr un ultra-trail, concretamente el de Alquézar.

«Guara es un terreno un poco más amable, es una prueba más corredera», explica la atleta, que tiene pensado estrenarse allí en parte porque «no es tan técnica como la de Benasque», aunque este último sea su lugar favorito de Aragón para correr. 

Su primera gran carrera tiene que ser «asequible y que entre dentro del tiempo», ya que aunque ha «aguantado hasta 60 kilómetros corriendo», todavía le «falta para pasar a los 100». «Las pruebas de 100 son como una aventurilla y mi primera tiene que ser en Guara y con mi marido», cuenta Revilla. Para prepararse, «el fin de semana tienes que hacer tiradas más grandes y acumular los mayores kilómetros posibles» porque, explica, «entre semana no vas a tener mucho más que dos horas al día». 

Ella es constante con sus entrenamientos. Sale a correr, va a nadar o hace rodillo todos los días entre semana, exceptuando uno para descansar, desde las 6.00 horas y hasta las 8.00. El fin de semana se permite dormir algo más y sale más tarde. «Madrugo mucho, pero tampoco es nada extraordinario, hay mucha gente que lo hace», ríe la zaragozana cuando repasa sus hábitos. El aprovechar estas horas del día se debe a que «si no luego todo se complica y ya no sales». No solo dedica horas al deporte, también trabaja y estudia. «Ahora estoy cursando Dietética y Nutrición», cuenta la atleta, aunque apunta que es «consultora de recursos humanos y nóminas» y es a esto último a lo que se dedica. Sin embargo, dada su relación con el deporte ha querido formarse también en este sentido. 

Además de sus actuales estudios, está acabando el nivel 3 de entrenadora de triatlón y el año pasado acabó un grado superior de deporte y decidió formarse también en alimentación «para cerrar el círculo, porque me gusta preparar a gente». Ya dirige un grupo de entrenamiento. Con tanta formación, Revilla puede ser crítica con el mundo del deporte. Ella confía en que los entrenadores «en los gimnasios estén cualificados». «Creo que en los grandes o que no son piratas sí que se exige una titulación, otra cosa es en lo que estés especializado o no para dar un tipo de clase», explica la zaragozana. 

Ana Revilla confiesa que no había preparado el maratón de Zaragoza Jaime Galindo.

Sin embargo, sí es consciente de que hay «mucho intrusismo» a la hora de ofrecer entrenamientos. «Hay gente que se ofrece online y por Instagram infografías que promueven dietas o cosas que están de moda… Allí sí que hay mucho intrusismo y publicaciones que no sabes en qué se basan», denuncia. Ella asegura que si le preguntan sobre algo que no controla lo que hace es «recomendar a alguien de confianza que esté más especializado». «Incluso estando estudiando no me atrevo a decirle a alguien lo que tiene que hacer, solo puedo dar unas pautas», apostilla la atleta.

No solo es crítica con esto. Al recordar el maratón de Zaragoza que conquistó en octubre de 2021, como característica distingue que «la zona del centro sí se veía animada, pero aún le falta a la ciudad para que la gente se eche a la calle». Tiene su opinión sobre las pruebas que se celebran en la calle: «Da la sensación de que molestas, tienen ganas de que acabe y de que no les cortes el tráfico», asevera Revilla y compara que hace poco corrió en Santa Pola. «Cayó un agua brutal y estuvo aún así toda la carrera llena de gente», concluye.