Quedarse en casa. Esa es la principal medida decretada por las autoridades para salir juntos de esta situación. Sin embargo, algo tan aparentemente sencillo resulta imposible de cumplir para los ciudadanos sin techo que habitualmente hacen sus vidas en unas calles ahora casi desiertas.

Por ello, y ante la limitada ocupación del albergue municipal, pronto el Ayuntamiento de Zaragoza se dio cuenta de que esas instalaciones se quedaban pequeñas y era necesario habilitar más plazas para estas personas. Eso ocurrió el martes 17 de marzo por la mañana y esa misma noche el Ayuntamiento de Zaragoza había obrado el milagro de crear otro albergue provisional en el pabellón de Tenerías que estrenaron 25 personas.

«Un milagro colectivo emocionante y en tiempo récord», según palabras del propio alcalde, Jorge Azcón, quien recuerda la actividad frenética que se vivió esa jornada. «Habíamos hablado ya el lunes con el área de Acción Social y nos habíamos puesto en contacto con la UME para que nos ayudara a montar una carpa junto al propio albergue, pero ese mismo martes nos dijeron que no podían hacerlo. Así que a las 10 de la mañana nos reunimos con los distintos jefes de servicio de Acción Social, la coordinadora del área y el concejal Ángel Lorén, así como con el jefe del servicio de Deportes, para buscar una alternativa», explica Azcón.

Lo primero fue decidir el sitio y la elección fue rápida: el pabellón de Tenerías. «Y partir de ese momento, sin perder un minuto, empezamos a distribuir las tareas y a valorar las necesidades que nos iba transmitiendo Juanma Harto, el responsable del albergue, en cuanto a suministros de camas, colchas, artículos de higiene…, mientras desde el área de Deportes se activaban todas las contratas necesarias para poner en marcha la instalación: limpieza, mantenimiento, conserjes». También se habló con la coordinadora de personas sin hogar, que son quienes mejor conocen esta realidad social, y con sus estimaciones se decidió habilitar este espacio con 100 plazas.

Llamadas

«Yo me quedé encargado de hacer las llamadas y la respuesta fue brutal», asegura el alcalde. «Necesitábamos 100 camas, con sus colchones y somieres, y con una disponibilidad inmediata, por lo que llamé a Pikolin para hacerles el encargo. Íbamos a comprar todo el material, pero salió de ellos donarlo. Y lo mismo ocurrió con El Corte Inglés cuando llamé para encargar las colchas, y con Bergner Home que nos facilitó las mascarillas y sus productos de menaje», recuerda. «Ni una sola de mis llamadas se quedó sin una respuesta y si pedimos las camas a las 11 de la mañana, a las dos de la tarde las brigadas municipales de Urbanismo ya las estaban montando y a las 6 de la tarde, cuando se hizo la presentación de este segundo albergue, ya estaba todo en su sitio».

De hecho, fue tal la rapidez del dispositivo que se encargó de montar el albergue de Tenerías que ese mismo martes 17 de marzo ya pudieron dormir en él 25 personas, algo que no estaba previsto ya que la idea inicial era ponerlo en marcha el miércoles. «Eso nos cogió sin cena preparada para ese día y tuvimos que improvisar pidiendo unas pizzas a Telepizza», explica el alcalde.

Desde ese momento, las instalaciones del pabellón municipal de Tenerías, con capacidad para 100 personas, funcionan como el albergue municipal y cuentan con sus mismos servicios: los usuarios tienen desayuno, comida y cena a cargo de la empresa Clece, y disponen de todo lo necesario, además de contar con la atención de un médico y dos ATS, junto al personal municipal de servicios sociales, y una patrulla fija de Policía Local.

Además, CaixaBank, a través de la Obra Social la Caixa, ha donado 20.000 euros para afrontar durante los dos próximos meses, las partidas de productos de higiene y ropero de reposición.

Con ello, el Ayuntamiento de Zaragoza ha logrado que un centenar de personas sin hogar puedan cumplir también con la consigna tan importante estos días de quedarse bajo techo.