Más de tres décadas suma ya su Premio de la Paz y del Entendimiento Mundial. Un cruce de culturas unidas por unos valores comunes que volvieron a reunir el pasado fin de semana a los Rotary Club de Zaragoza y Pau (formados por profesionales destacados que prestan su tiempo a labores sociales y culturales). Alumnos españoles y franceses fueron protagonistas de los galardones, que se entregaron en el Gran Hotel. Alberto Gotor y Sandrine Lefebvre, representando a los Rotary de las dos ciudades, encabezaron el acto, al que también asistió el cónsul francés en Zaragoza, Rafael Ledesma. Frente a ellos, los cuatro alumnos premiados: Carmen Castillo y Paula Iglesias, por la parte española, y Albane Chretieu y Hervé Ferrando, por la francesa. Galardonados por unos trabajos que, para el presidente de Rotary Zaragoza, José Luis Romero, los buscan "que los propios autores reflexionen y reaccionen para cambiar" la realidad. Autores que están "llamados a ser el futuro de ambos paíeses". De momento, la paz fue protagonista de la cena de hermandad de esa noche... Y de todo un fin de semana de convivencia entre rotarios galos y españoles para sumar 31 años dedicados a la paz.