Más de 50 militares del Ala 31 y del Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo (EADA) de Zaragoza partirán el sábado hacia Manás (Kirguizistán) con el objetivo de reactivar un destacamento que será clave para el transporte de efectivos y materiales a Afganistán.

Los soldados, entre los que figuran pilotos, auxiliares o mecánicos del Ejército del Aire, deberán crear dos puentes aéreos: uno con la capital afgana, Kabul, donde también se desplegarán miembros del EADA; y otro con Mazar-i-Sharif, al norte del país, donde el Ejército contará con un batallón de paracaidistas y con un grupo de apoyo al despliegue aéreo de la capital aragonesa.

De esta manera, los militares del Ejército de Tierra que partan hacia Afganistán volarán en aviones comerciales hasta Manás, harán escala en el destacamento y se desplazarán después hacia Afganistán en varios Hércules de la Base Aérea de Zaragoza, donde tienen su sede las dos unidades que aportarán los efectivos.

Esta medida resulta imprescindible, ya que los aparatos de pasajeros convencionales no pueden aterrizar en el aeropuerto de Kabul al no contar con sistemas de defensa antiaéreos.

El vuelo, previsto para primera hora de la mañana, se realizará precisamente a bordo de un Hércules que partirá de la capital aragonesa. En total serán más de veinte horas de duro viaje antes de tomar tierra.

Posteriormente, a lo largo de la semana que viene se organizarán los viajes para el transporte de los materiales que se precisen tanto en Manás como en Kabul y Mazar-i-Sharif. Además de esos vuelos, que se llevarán a cabo en varios Antonov exsoviéticos, es probable que se desplace algún Hércules más sobre los dos previstos inicialmente para ganar "agilidad y operatividad" cuando haya que transportar a las tropas españolas, explicaron fuentes del Ala 31 a este periódico. A diferencia de otros aviones comerciales, los Antonov sí tienen autorización para entrar en Afganistán.

El destacamento de Manás, que ya estuvo operativo entre febrero del 2002 y junio del 2003, es tristemente recordado porque en su aeropuerto hicieron escala antes de estrellarse los militares que murieron a bordo del Yak-42 el año pasado.

Además, la Agrupación de Apoyo Logístico de Zaragoza (AALOG 41) está recibiendo estos días algunos de los vehículos que utilizarán las tropas españolas en Afganistán para ultimar su puesta a punto.

Por el momento, sólo 70 efectivos han partido ya hacia el país asiático. Su misión será preparar el acuartelamiento de Mazar-i-Sharif, una zona infestada de minas. Entre los militares desplegados figuran ingenieros de Zaragoza; paracaidistas; zapadores y tedax, encargados de desminar el terreno; y algunos soldados del Ala 31 y del EADA. España aumentará su presencia en Afganistán y pasará de los 137 efectivos actuales a 1.040.