El constructor soriano Agapito Iglesias mantiene pese a sus problemas judiciales --está imputado en el caso saqueo y en el pagarés-- el proceso de adelgazamiento de su grupo empresarial.
El Borme (Boletín Oficial del Registro Mercantil) publicó el miércoles el anuncio de la liquidación del Grupo Empresarial Esmeralda, una filial del Real Zaragoza SAD cuyo objeto social incluye tanto la actividad inmobiliaria como la representación de deportistas.
En esta sociedad, fundada el 30 de junio del 2006 --solo 44 días después de anunciar la toma del control accionarial de la compañía deportiva--, figuraban como administradores él y Francisco Checa, consejero al mismo tiempo del Real Zaragoza.
La sociedad, de pequeño tamaño --es una SL con un capital de 3.600 euros--, apenas ha tenido actividad empresarial desde su fundación. Cerró el ejercicio del 2010, el último del que ha presentado cuentas, con unas pérdidas de 669 euros y unos activos de 10.888.
La disolución del Grupo Empresarial Esmeralda se conoce dos semanas después de que, el 26 de febrero, el magistrado del Juzgado de Instrucción número 5 de Zaragoza, Francisco Picazo, impusiera a Iglesias --conjunta y solidariamente con el exgerente y el exconsejero delegado de Plaza, Ricardo García Becerril y Carlos Esco-- una fianza de responsabilidad civil de 18,8 millones de euros para hacer frente a las hipotéticas obligaciones económicas que deberían afrontar en caso de condena en el caso pagarés. El juez investiga un presunto desfalco millonario en la empresa pública Plaza a través de las obras de las naves de Autocity.
La decisión de liquidar Esmeralda llega año y medio después de hacer lo mismo con Zaragoza Real Estate, la otra filial inmobiliaria del Real Zaragoza SAD. Algunas fuentes interpretan esos movimientos como pasos previos a un hipotético traspaso de la compañía deportiva.
A primeros de mes el Juzgado Mercantil número 1 de Zaragoza hizo pública la liquidación de Praleya, otra firma del soriano que, en este caso, posee los derechos participativos de un crédito de ocho millones de euros con el Real Zaragoza. Y a mediados del año pasado ocurría lo mismo en el Juzgado Mercantil número 1 de Bilbao con Codesport Euskadi. En los meses anteriores Codesport absorbió tres filiales.
