Sobran facultades de Medicina en España y faltan especialistas. Así de tajante lo argumentan en un documento el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina, la Organización Médica Colegial y la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina.

—¿Es la proliferación de facultades de Medicina tan alarmante como se denuncia?

—Sí, lo es. Ya llevamos años con la reivindicación de que no se abran más. Hemos pasado en unos años de 28 facultades a 43 y actualmente hay tres en proceso de ser aprobadas.

—¿Dónde radica el problema?

—El principal es que el número de licenciados es muy superior a las plazas de Médico Internista Residente (MIR). Hay que adecuar los egresados en las facultades con el de las plazas MIR.

—¿De cuántos graduados sin plaza MIR estamos hablando al año?

—En el 2018 fueron más de 4.000. Cada año se gradúan más de 7.000, pero cuando terminen la carrera los de las tres nuevas facultades serán 8.000 alumnos más. Todos se presentarán al MIR, pero no habrá plazas para todos y entonces se producirá lo que ya existe: ir a la privada o marchar al extranjero.

—Llama la atención este excedente con la falta de médicos en tantas comunidades, Aragón una de ellas.

—Se produce un efecto llamada de que Medicina tiene salida laboral porque durante todo el año se expone que faltan médicos, y es verdad ese déficit, pero formar a un MIR conlleva un tiempo, lograr la especialidad no es inmediato, y faltan plazas.

—¿Las universidades privadas están fomentando esta preocupante situación?

—Hay privadas que crecen al albur de la demanda y la gente paga lo que sea para que sus hijos sean médicos. Se crean nuevas facultades, con entre 75 y 100 alumnos más. Ese excedente genera muchas salidas al extranjero y cada vez que España abre una Facultad de Medicina, Alemania aplaude.

—Tampoco las condiciones laborales son las mismas...

—Es cierto. Cuando se acaba el MIR las condiciones laborales no son buenas. La gente se marcha. A Zaragoza han venido a buscar a alumnos para hacer el rotatorio en Alemania, porque les pagan más. En los últimos ocho años se han ido unos 2.000.

—¿Qué solución ve?

—Hay que hacer un análisis completo de los médicos a jubilar, de las especialidades con déficit, y ofertar en función de eso. Además, hay que mejorar las condiciones, no solo económicas.