Los zaragozanos Gonzalo Crespo Roche, Javier Hombría Hernández y Pablo Becana Mínguez vivieron ayer una jornada excepcional. Estos estudiantes han sacado las mejores notas en Aragón de la Evaluación para el Acceso a la Universidad (EVAU), con puntuaciones de 13,995, 13,975 y 13,950, respectivamente. Sus móviles echaban humo con mensajes de felicitación por su proeza, que no les ha caído del cielo, según reconocen. Los tres lo atribuyen al esfuerzo, el estudio y a la buena preparación que han recibido durante el Bachillerato, que en todos los casos han culminado con una calificación de diez. Tienen 18 años y tras ellos se esconden historias vibrantes de una generación que promete.

El protagonista del oro de este particular podio de la Selectividad en la comunidad es un estudiante de Bachillerato del instituto público Pilar Lorengar, situado en el barrio de La Jota, hijo de un ingeniero de la CAF y una monitora de comedor con estudios de Química. «Cuando he visto la nota me he quedado en shock. Los exámenes me salieron bastante bien, pero no esperaba tanto», relató Gonzalo, que al igual que otros cientos de estudiantes aragoneses se encuentra estos días en Salou celebrando el fin de curso.

Tiene varios motivos que festejar. Además de su hazaña educativa, también ha logrado recientemente una deportiva como jugador del Club Natación Helios, que ha logrado el ascenso a la Primera División de Waterpolo de su equipo. «Ha sido un año duro porque he tenido que compaginar los estudios con el deporte y muchas veces me ha tocado hincar los codos en el autobús del equipo, pero todo el esfuerzo y el trabajo se han visto recompensados», explicó.

La clave de sus buenos resultados académicos, afirmó, ha sido «cuestión de organización» y de la «calidad» del profesorado que ha tenido durante este curso en el instituto. Todavía no ha decidido qué carrera hacer. Está dudando entre tres grados de ingeniería (eléctrica, electrónica o tecnologías industriales).

AL PIANO

La medalla de plata de la Selectividad aragonesa está en manos de un estudiante del colegio privado Cardenal Xavierre, de los Dominicos en Zaragoza, cuya vida gira en torno a la música. «He estudiado mucho», reconoció Javier sin ambages. Aún así, dice, «no esperaba una nota tan alta». En su caso, no hay lugar todavía para el descanso y las vacaciones porque la próxima semana vivirá «una triple Selectividad», ya que se enfrenta a las exigentes pruebas de acceso a conservatorios de San Sebastián, Zaragoza y Madrid para cursar el grado superior de piano, que es su «pasión», aseguró. «Después de la música me gustan otras muchas cosas, pero esta es ahora mi prioridad», comentó este joven, que vive en el barrio de Casablanca y cuyos padres son ingenieros eléctricos. Solo viviendo en la capital aragonesa se plantea compaginar los estudios de música con una carrera universitaria.

La tercera nota más alta de la EVAU en Aragón la ha conseguido Pablo Becana Mínguez, estudiante del centro privado Escuelas Pías, a quien le gustaría estudiar biotecnología.

Marina Salamero Cebollero, del instituto público Pirámide, ha sacado la calificación más alta de la provincia de Huesca, un 13,887, y quiere estudiar Matemáticas. En Teruel, Julia Sánchez Loscertales ha sacado un 13,874, la mejor de esta provincia. Es de Alcañiz, donde ha cursado sus estudios -en el instituto público Bajo Aragón-, y también se decanta por el grado de Matemáticas.