Estas multitudinarias bodas de oro se han convertido en un clásico. Porque el amor no entiende de fronteras, ni de legislaturas. Y tal y como hicieron sus predecesores, el alcade, Pedro Santisteve, presidió ayer en el teatro Principal de Zaragoza la conmemoración más tierna que por San Valentín se celebra en estas tierras. Un homenaje a parejas que cumplieron sus 50 años de casados a lo largo del pasado año (159 en esta ocasión). La locutora Julita Barra presentó un acto que comenzó con recuperando las fotos de boda de los agasajados. Previamente, todos fueron recibidos por el primer edil --junto a la vicealcaldesa, Luisa Broto, y las concejalas Lola Campos y Sara Fernández-- que les entregó la escultura de Los Amantes, obra del ceramista aragonés Pedro Sánchez Abril. La guinda fue obra del grupo de teatro Indigesto y del mago Félix, que actuaron sobre el escenario del Principal. Y, de propina, aún hubo fiesta por la tarde en el Auditorio con Nacho del Río y Beatriz Gimeno. Porque cincuenta años de amor tienen mucho mérito. Esto sí que son Cupidos. Menos whattsapp y más corazón.