La brutal paliza que sufrió un hombre de 51 años, hace cuatro años en la plaza San Felipe de Zaragoza, y que le llevó a estar un tiempo en coma tiene solo un único responsable, un joven de 28 años, David Baquedano. Así lo ha considerado la magistrada del Juzgado de lo Penal número 6 de Zaragoza que le ha impuesto 18 meses de prisión y que ha absuelto a sus dos amigos con los que compartió banquillo de los acusados, Jorge P. y José Antonio P. Inicialmente, estos enjuiciados, que fueron defendidos por el penalista José Luis Melguizo, se enfrentaban a diez años de prisión por la comisión de los delitos de lesiones y amenazas en los que incurrían las agravantes de superioridad y reincidencia.

COMUNICACIÓN / Junto a la pena privativa de libertad, la magistrada María José Alegre le impone el pago de una indemnización de 95.880 euros y la prohibición de aproximarse y comunicarse con respecto a la víctima durante tres años.

La firmante de esta sentencia llega a la conclusión de que de los tres encausados solo es autor David Baquedano, basándose en las declaraciones de los testigos que aquella noche de Halloween estaban en la zona de ocio nocturno conocida como El Casco. De hecho, llega a dividirlos en dos grupos porque algunos de los que declararon son amigos de los que fueron juzgados. Tras analizar toda la prueba, la jueza considera como hecho probado que la víctima y los tres procesados coincidieron en la plaza San Felipe.

Allí, Jorge P. solicitó un cigarrillo al hombre de 51 años, quien le apremió por ello. Esto desembocó en una actitud violenta de Jorge P., quien le dijo que le iba a romper la cabeza con la escayola que llevaba puesta en su mano izquierda, llegándole a rozar de forma leve y que ocacionó en la víctima un eritema malar. Seguidamente, David Baquedano, sin que conste participación de los otros dos, empujó a la víctima que se cayó al suelo y se golpeó contra el mismo. En ese momento quedó inconsciente. Una situación que la jueza no considera que pasó fue que, una vez desvanecido, le propinaran todos patadas en el suelo.

Como consecuencia de estos hechos, la víctima, que fue asistido por la abogada Olga Oseira, sufrió una hemorragia en la cabeza que ha derivado en epilepsia, trastornos adaptativos y neuróticos, además de perder sustancia ósea en el cráneo. Los forenses del Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) que le atendieron destacaron que tiene una incapacidad parcial para sus actividades habituales, la última de autónomo en la venta de libros. La Seguridad Social le ha reconocido su incapacidad absoluta.