--¿Cambiaría cosas de la ley que regula la Cámara de Cuentas?

--Seguro que se haría alguna cosa distinta. Pero hay que tener clara la finalidad de cada institución. En ningún país serio hay un rey absoluto que controle todo el poder. En el sistema democrático hay separación de poderes entre el legislativo, el ejecutivo y el judicial. La Cámara de Cuentas tiene una función concreta, que es la revisión contable, la auditoría en materia de gestión económica. Nosotros no enjuiciamos, vemos si los gestores públicos han cumplido con lo que tenían que hacer. Lo que no se nos puede pedir es que metamos a la gente en la cárcel.

--¿Pero cree que su línea de actuación se queda corta?

--Sí, nuestra función se podría reforzar bastante más. Aunque no hubiera corrupción tendría que haber revisión de cuentas, para ver si está todo claro. En los tiempos que estamos ahora, nuestro trabajo tiene gran repercusión en la corrupción porque podemos poner de relieve situaciones que tengan que ver con irregularidades. Pero no somos fiscales, ni policías, ni tenemos medios suficientes para ver todo. Las cosas que van bajo mano, normalmente no se ven, ni están escritas, y nosotros no tenemos capacidad para abordarlo. Podemos ver contratos irregulares, pero nada más.

--Pero cuando detectan anomalías tampoco van más allá. Se quedan simplemente en un informe.

--Ya. ¿Pero quién tiene que hacer que se cumpla lo que nosotros plasmamos en un informe? Falta esa ligazón, debería recogerlo alguien, o que nos dan capacidades a nosotros para decir: este no ha cumplido o no ha presentado la cuenta y por lo tanto le meto una multa de 20.000 euros.

--¿Le gustaría tener la capacidad de multar a los que no cumplen?

--Claro, y ya lo he pedido en las Cortes. Nos tendrían que dar esa capacidad, pero para eso se tiene que cambiar la ley. Solicitamos que a los ayuntamientos que no presentaran las cuentas, que eran muchos cuando llegamos --solo lo hacía el 5%-- pudiésemos ponerle una multa coercitiva. Lo pedimos de palabra, pero no se ha hecho nada.

--Desde fuera la sensación es que lo que hace la institución luego no sirve para nada.

--Bueno, podemos ver el lado positivo, y es que se creó la Cámara de Cuentas en el 2010. Aragón fue la última comunidad. Navarra lleva desde 1982. No sé si hay miedo o no.

--Dijo el otro día que aportan transparencia.

--Eso es cierto, la transparencia es el mejor antídoto contra la corrupción. Si el sector público sabe que cualquier acto está sujeto a una revisión se cuidaría mucho de hacer según qué cosas. La transparencia es una garantía de que las cosas no se pueden hacer de cualquier manera. La obligación del gestor público es hacerlo bien. Y aparte debe justificarlo ante muchos ojos que están detrás de él.

--¿No le produce impotencia que detecten que los fondos del FITE no se gastan bien o que en Motorland no se cumplen determinados requisitos, y que luego todo sigue igual?

--Sí. Aunque en algunas cosas nos hacen caso. En otras no.

--Además de poner multas, añadiría alguna atribución más a la Cámara de Cuentas.

--Sí, sí, alguna más.

--¿Cuáles?

--Me dejará que primero esto se lo diga a los partidos políticos.

--¿Y cambiaría el nombramiento de los tres consejeros, que depende de los partidos políticos?

--Sí.

--Usted representa al PAR.

--No, no, no... No, yo no soy representante de ningún partido, ni del PAR. Lo niego. Me propuso un partido, como a los otros dos consejeros. Y eso es irrelevante. Pero nadie me exigió que le representase. Me dijeron, hazlo bien, y ese fue mi único compromiso. No me siento vinculado con ningún partido político, ni tampoco soy militante desde hace muchos años. Pero nos votó la mayoría de los grupos, representamos a la ciudadanía. Nunca tengo en cuenta la idea, el beneficio, ni el perjucio de ningún partido. Me gustaría que en la Cámara de Cuentas todos actuásemos así.

--¿Hubiesen detectado un caso como el de Plaza?

--En nuestro informe del 2010 ya apuntamos algunas irregularidades en Plaza de las que luego han salido. Otras, curiosamente, no. Pero están en el informe. Lo que no puedo afirmar es que todos los elementos de una corrupción pasen por nuestras manos.

--Ahora están analizando el año 2011 del Ayuntamiento de Zaragoza. ¿Han detectado algo con las obras del tranvía?

--Empezaron las obras ese año y hubo mucho movimiento. En el informe que presentaremos hay un apartado específico, pero no le puedo desvelar nada porque aún no está terminado.

--¿Considera que tienen demasiado trabajo?

--Sí. Y a veces nos mandan cosas para las que ni siquiera tenemos competencia. Como analizar sociedades --Aramón y ZAV-- en las que la comunidad autónoma no tiene mayoría. Lo ves y piensas, cómo nos mandan esto...