El Ayuntamiento de Zaragoza quiere poner coto al desorden que producen en la ciudad las bicicletas y las motos de alquiler. Verlos en mitad de las aceras o apoyados en cualquier escaparate no es algo complicado, por lo que desde el área de Servicios Públicos y Movilidad han incluido en los nuevos pliegos que regirán el funcionamiento de estas empresas condiciones para evitar esta situación.

Ya se había anunciado la intención de sacar a concurso la explotación de estos servicios, pero ayer, la concejala de Movilidad, Natalia Chueca, detalló más sobre el contrato que se firmará con las adjudicatarias. Todas las bicicletas que se saquen a la calle deberán tener dos candados, uno físico, que permita amarrarlas a los aparcamientos, y otro digital, que impedirá que los usuarios finalicen el servicio si no han dejado la bicicleta correctamente estacionada y nunca sobre la acera.

El contrato con las empresas se firmará por tres años más otro prorrogable. En el caso de las bicicletas, se va a adjudicar un lote para 2.500 vehículos. Cada empresa podrá disponer un total de 1.250 bicis como máximo y 840 como mínimo, por lo que habrá dos o tres compañías operando al mismo tiempo. El 20% deberán de ser, además, asistidas, es decir, deberán incorporar un motor eléctrico que facilite la marcha. En el caso de las motos eléctricas, se ofertarán un total de 900, y se establecerán los mismos ratios por cada compañía para garantizar que haya competencia. Movilidad prevé que a principios del 2021 ya puedan estar operando las nuevas marcas.

El contrato no establece precios mínimos o máximos por servicio, pero en el proceso de licitación se valorará al alza aquellas que cobren menos a los clientes. Lo mismo ocurre con el canon que deberá pagarse al ayuntamiento. No lo establecerá el consistorio, sino que se valorarán las ofertas de cada compañía. Sí que se ha establecido un canon variable en función del número de vehículos que se saquen a la calle: 10 euros al año por cada bicicleta mecánica, 15 por cada bici eléctrica y 30 en el caso de las motos.

Otras consideraciones que se tendrán en cuenta para elegir a las empresas ganadoras será la calidad técnica de los vehículos, que las empresas cuenten con empleados fijos y que promuevan, de forma activa y a través de campañas en sus respectivas aplicaciones, que los usuarios aparquen bien.

Las compañía deberán prestar servicio en todos los distritos de Zaragoza, además de en el barrio rural de Juslibol, pero deberán estudiar si existe demanda en el resto. Hasta ahora, Mobike era la principal empresa de alquiler de bicicletas de gestión totalmente privada que operaba en la ciudad y no pagaba ningún canon al ayuntamiento.

Con respecto a Bizi Zaragoza, las bicicletas públicas de alquiler con anclaje fijo, la concejala de Movilidad explicó que todavía quedan tres años para que caduque el contrato y que es pronto para comenzar a diseñar los nuevos pliegos. Sí que advirtió Chueca que en la ciudad hay una capacidad para unas 6.000 bicicletas, según tienen estudiado, y que con las 1.300 del servicio Bizi y las 2.500 del nuevo concurso no se cubriría, por lo que podrían aumentar el número de ciclos permitidos en la calle para cada empresa. Los próximos que tendrán que someterse a un proceso de licitación parecido serán las empresas de alquiler de patinetes eléctricos. Su actividad ya está regulada desde la pasada corporación, pero al ayuntamiento le gustaría incorporar nuevas cláusulas en el contrato que mejoren tanto la calidad del servicio como la sostenibilidad de las empresas.

En la actualidad operan en la ciudad dos compañías: Reby y Bird (previamente Circ y, al principio, Koko). Esta última empresa ha pasado por problemas económicos y en agosto llegó a proponer un ere para el 75% de la plantilla