Aragón, a través del equipo de oncología del hospital Miguel Servet de Zaragoza, está participando en la escritura de un capítulo más en la incansable batalla contra el cáncer de mama. Y lo está haciendo mediante su colaboración en dos estudios pioneros que versan sobre la aplicación de la técnica de la biopsia líquida y el uso de fármacos para evitar las recaídas de las pacientes tras superar una operación. Respecto al uso de la biopsia líquida, el Servet ya utiliza esta herramienta para tumores de pulmón y de colon. Esta permite detectar mediante un análisis de sangre fragmentos de ADN tumoral en el paciente, arrojar resultados en dos o tres días y, consecuentemente, identificar un tratamiento más eficaz y precoz según el tipo de tumor.

«Tenemos muchísima esperanza en ella. Estamos realizando ensayos afines, que ya han demostrado sus bondades. De momento todavía es un estándar, pero tiene un enorme potencial», aseguró Miguel Martín, presidente del Grupo Español de Investigación del Cáncer de Mama, que desde ayer y hasta mañana celebra en Zaragoza su 11º Simposio Internacional. El doctor Antonio Antón, jefe del Servicio de Oncología Médica del Miguel Servet, señaló que la biopsia líquida «todavía no es una prueba asistencial» en cáncer de mama, pero «va a venir» para ser aplicada en pacientes «y estamos preparados para ello», apuntó.

Unas 15 mujeres aragonesas, en fase metastásica, están participando en este ensayo que, a nivel nacional, implica a unas 650 pacientes. inhibidores / Por otro lado, el Servet también forma parte de un estudio de fármacos que aumentan la supervivencia y que pueden evitar las recaídas de las mujeres que ya han sido sometidas a una operación quirúrgica. Se trata de los inhibidores CDK 4/6, que sirven para ralentizar el proceso de desarrollo del tumor. A priori, reducen los efectos secundarios y son una herramienta ideal para mejorar la calidad de vida de las pacientes. «Encontramos muchas mujeres que, tras una intervención, sufren recaídas. Si los resultados de los ensayos son positivos, estaríamos hablando de que esos duros momentos de volver a sufrir un cáncer de mama dejarían de producirse», explicó Martín. En este caso, también participan pacientes metastásicas que no se pueden curar. «Sería un éxito», añadió.

La prevalencia / En Aragón, cada año se diagnostican 800 nuevos casos de cáncer de mama y, desde la puesta en marcha del programa de detección precoz, se han detectado unos 2.000 tumores en fases iniciales desde 1997. «El cáncer no es una enfermedad sino muchas y por eso es necesario el trabajo de equipos multidisciplinares, fundamentales en los últimos años para conseguir avances», añadió Antón. El doctor aragonés, quien reseñó la importancia de llevar un estilo de vida «saludable» para prevenir la enfermedad, destacó la evolución en el diagnóstico precoz, la medicina individualizada o el uso en Aragón de la radiología intraoperatoria, presente en el hospital Miguel Servet. Con la generalización de las unidades multidisciplinares en los hospitales españoles no solo se ha conseguido un incremento de la supervivencia, sino que también se ha logrado que cada vez se realicen más cirugías conservadoras que extirpan solo el tumor y no toda la glándula mamaria (mastectomía). «El cambio en el tratamiento ha sido bestial en 20 años», dijo Antón. En Aragón se estima que hasta el 70% de las pacientes son candidatas a que se les practique una cirugía conservadora, mínimamente invasiva. En el resto, en un alto porcentaje, se realiza la reconstrucción de la mama de forma inmediata por parte de los cirujanos plásticos. Durante los tres días de simposio en Zaragoza se abordarán los principales avances en el tratamiento o las últimas opciones terapéuticas disponibles en cáncer de mama triple negativo (donde la única opción es usar la quimioterapia) y HER2 positivo (aplicación de varios fármacos).