El invierno vuelve a Aragón, en pleno estado de alarma por el coronavirus y tras unos días con temperaturas excepcionalmente altas para esta época del año. La entrada de un frente frío y una masa de aire polar en la tarde de este domingo han provocado un cambio radical del tiempo que dejará intensas lluvias, fuertes tormentas y nevadas en diferentes puntos de la comunidad. Incluso hay riesgo de crecidas en los ríos del valle de Ebro, con una magnitud todavía imprevista.

Ante esta situación, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha puesto en alerta a once comunidades autónomas, entre ellas Aragón, donde el nivel es amarillo (riesgo). La situación empezó a complicarse en la tarde del domingo y hoy se prevé la llegada de una DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos). No obstante, el mal tiempo durará poco, ya que el martes se espera que la situación se normalice y suban las temperaturas.

LLUCIAS FUERTES Y PERSISTENTES

Las precipitaciones más importantes, muy probablemente fuertes y persistentes, se esperan en la mayor parte de Aragón, sobre todo en la provincia de Zaragzoa, así como en Navarra, La Rioja y Lérida, territorios en los que podrían caer 15 litros por metro cuadrado en una hora. El descenso térmico será notable o extraordinario, lo que provocará nevadas copiosas, de más de 20 centímetros, a partir de unos 800 o 1.000 metros en las provincia de Zaragoza y Huesca, con acumulaciones mayores en cotas altas.

Las mayores precipitaciones acumuladas en doce horas se registrarán en el Pirineo oscense, Huesca y Cinco Villas de Zaragoza, con 60 litros por metro cuadrado, seguidas de centro y sur de Huesca, Pirineo navarro, Navarra, valle de Arán y Pirineo de Lérida, con 40 litros.

Además de a Aragon, la alerta por tormentas afecta también a Castilla y León, Castilla-La Mancha, Madrid, Navarra, País Vasco y La Rioja, aunque la Aemet advierte de que en la Ibérica de Burgos, meseta de Segovia, sistema central de Soria, Ribera del Ebro-La Rioja y la Ibérica riojana las tormentas podrán ir acompañadas de granizo con rachas fuertes de viento.

INCREMENTO DE CAUDAL

En base a la predicción meteorológica, la Confederación Hidrológica del Ebro (CHE) esperan cambios importantes en la situación de la cuenca, donde se podrían registrar incrementos de caudal en muchos ríos de la cuenca. Este fenómeno meteorológico lleva asociado un «elevado grado de incertidumbre», no se puede concretar qué cursos fluviales van a ser los más afectados y cuál podría ser la magnitud de las crecidas, según el informe de predicción emitido ayer por el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) del organismo de cuenca.

Con el pronóstico del sábado, las cuencas más afectadas podrían ser las del Leza, Cidacos, Alhama, Huecha, Queiles, Jalón, o Arbas, entre otros. La CHE no descarta que las lluvias «den lugar a desbordamientos en algunos cauces», preferentemente del sector central de la cuenca.

Como consecuencia de todas estas crecidas, el eje del Ebro experimentará también un aumento de caudal importante, cuya magnitud tiene aún un altísimo grado de incertidumbre.