La propuesta de Zentral Abastos, la adjudicataria de la futura oferta gastronómica del Mercado Central de Zaragoza, que agrupa a varios empresarios locales dedicados a la hostelería y a los eventos, supondrá la ejecución de unas obras valoradas en «más de 1,5 millones de euros». Una propuesta culinaria que ahora se tendrá que adaptar a las modificaciones que anteayer les planteó el Departamento de Sanidad para conceder los permisos pertinentes, y que plantea trabajos dentro y fuera del remodelado icono de la capital aragonesa. En el interior, lo más destacado será la creación de un escenario junto a los puestos y en el exterior, una actuación con la que se aplicará un cerramiento a los arcos metálicos contiguos al edificio, en la parte trasera.

Esta sea, quizá, la obra más llamativa de cara al ciudadano, que nunca han dado una buena acogida a esos arcos metálicos en el exterior, pero que en el futuro inmediato, presumiblemente ya en el mes de enero, se transformen en veladores cubiertos para la clientela. El diseño está más o menos decidido y el resultado desean, en esta especie de unión temporal de empresas hosteleras, que se pueda ver desde el mismo día de la inauguración.

PERMISOS

Aunque ahora mismo, según sus responsables, todo está en manos de la DGA y Sanidad para que se puedan poner a trabajar en ello. Las modificaciones exigidas en el proyecto deberían estar listas «la próxima semana» y si recibe el visto bueno se pondrán a trabajar «de inmediato».

De hecho, si todo avanza sin sobresaltos, confían en poder culminar las obras «a finales de diciembre», por lo que aún tendrían varias semanas hasta abrir las puertas.

Entre las obras a ejecutar está el mencionado escenario en el que se pretende integrar la actividad ordinaria del Mercado Central con ambientación musical y, además, organizar eventos o actuaciones en vivo pero «a pequeña escala», que sirvan de imán para vecinos y visitantes en Zaragoza.

Una agenda cultural que se programará «de jueves a domingo» y que puede servir de acicate para obtener una buena afluencia al recinto. En este sentido, la programación correrá por cuenta de quienes son responsables de un conocido local del centro de la ciudad, el Rock&Blues, y comprenderá también acuerdos con el Conservatorio de Música para que algunas actuaciones amenicen las compras de los clientes, o que fuera del horario de apertura al público el Mercado central pueda seguir teniendo vida.

De momento lo que ya tienen atado es toda la maquinaria a instalar en esos cuatro puestos de restauración que tendrán una oferta variada. En uno desayunos, en otro brasería... Todo englobado en un sistema inteligente que se quiere implantar en el que, por ejemplo, se podrán pedir consumiciones desde terraza con el móvil o comprar productos frescos que abastecerán los menús de la carta.