Todo lo que acontece o amenaza a Arcosur tiene una curiosa querencia por resolverse "en el minuto 90". De eso acusaba el PP al teniente de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza, Carlos Pérez Anadón, sobre cómo gestiona su área y, en concreto, las cuestiones de este barrio, por su "incapacidad" para llegar a acuerdos. Pero al final fue el grupo conservador el que ayer decidió in extremis darle un soplo de vida al proyecto, desdiciendo sus propias palabras y absteniéndose en una votación que dio luz verde a la modificación del plan parcial con el que la junta de compensación podrá acudir a los bancos a pedir crédito.

Porque, en definitiva, para eso servía lo que ayer se votaba, la creación de 1.667 viviendas más en una zona donde ya se planificaron más de 21.000, y que está ahogada por la morosidad de los propietarios del suelo. Y ante ser el verdugo o el héroe, los conservadores tiraron de "responsabilidad con la ciudad, por encima de los intereses del partido".

Así lo defendió el portavoz adjunto del PP, Pedro Navarro, el mismo que había asegurado públicamente, sin desvelar el sentido de su voto, que "nunca nos abstendremos". El mismo que durante su intervención llegó a decir que como no se habían cumplido sus peticiones, su partido "tiene que votar en contra. Es lo que usted quiere, nos utiliza como excusa ante su incapacidad para gestionar". El mismo que había impuesto el tranvía como condición y ayer no le dedicó ni una mención.

DE PINZA A TRIPARTITO Tal fue su repertorio de argumentos en contra que, al cambiar a última hora, lejos de euforias, el resto de partidos criticaron su "cinismo", "frivolidad", "la descalificación de un peón del señor Suárez --el portavoz del PP-- hacia el trabajo de los técnicos y políticos hacemos" y, sobre todo, de "llegar hasta el precipicio cuando este ha mostrado su desnudo". Así se despacharon contra Navarro tanto el PSOE como CHA tras un debate con claro tinte electoralista. Porque si impredecible era el resultado más lo era cómo se interpretaría.

Por eso el teniente de alcalde de Urbanismo, Carlos Pérez Anadón, se mostró "satisfecho" pese al "dogmatismo" de IU y la "irresponsabilidad" del PP. Al menos él, ya no será quien vio paralizarse Arcosur siendo gestor, ya que salvó otro match ball que ya daba por perdido. Nadie defendió que esta sea la solución pero al menos no se va a "enterrar una inversión de 300 millones de euros" ni a las familias que allí habitan se les condenará a "vivir en un páramo", valoró.

Pero el PP cargó con dureza contra su "incapacidad". Navarro le llegó a acusar de que "su único empeño es que urbanizara la misma empresa que en Plaza, Acciona". "Ha hecho todo para destrozar el legado de otros --el proyecto lo impulsó el exalcalde Atarés en el 2002-- y quiere esconder su incapacidad culpando al PP. Deja todo para el minuto 90. Está en otra cosa y no le interesa el futuro de la ciudad, sino el suyo", le recriminó.

Quien sí mantuvo su rechazo fue IU. El concejal Pablo Muñoz defendió que es el momento de "poner pie en pared y parar esta sinrazón" que es ampliar el número de viviendas. Una "huida hacia adelante" en la que nada de lo prometido por la junta de compensación es lo que parece. Y en eso justificaba el edil las "dudas razonables" por las que se opuso al plan parcial.

Mientras, el portavoz de CHA, Juan Martín, estuvo más pendiente de cargar contra IU, porque esas son dudas "como en el plan de Montañana" que sí que aprobó Muñoz, al que acusó de "meter la cabeza debajo de un argumento tóxico para decir que ya escampará". Porque este "paño caliente" es por la "obligación de no heredar zonas de urbanización tercermundista como en los años 70", dijo.

Un vamos a dar otra patada hacia delante para no matar el proyecto alto y claro. Y así quedó. Pero con cambio de protagonista: de la "pinza PP-IU" que acuñó Martín al "tripartito de Arcosur", que dijo Muñoz.