El número de asentamientos chabolistas en Zaragoza ha pasado de 38 a 35 en un año. La disminución durante estos meses ha sido mínima si se tiene en cuenta que entre el 2016 y el 2017 la reducción se pasó de 53 a 38.

La concejala de Derechos Sociales, Luisa Broto, explicó que se trata de «las personas más vulnerables dentro de la cadena de vulnerabilidad porque es la que está excluida de una alternativa habitacional» por lo que se trabaja con estas de una manera especial.

Lo hizo durante la comisión de su área y tras ser preguntada por la socialista Lola Campos que manifestó su preocupación por el número de enclaves y por los incendios en pisos okupados que se han registrado en las últimas semanas. «Somos conscientes de que no es un tema fácil ni de rápida solución», admitió Campos.

Broto informó de que actualmente hay localizados 35 asentamientos, frente a los 38 de hace un año. La cifra puede variar con facilidad ya que estos enclaves «son muy volubles y variables porque algunos se reproducen en momentos puntuales, como las ferias o cuando llega el buen tiempo», explicó la concejala.

Además, hay que tener en cuenta que en muchos casos se trata de familias con hijos, por lo que el trabajo que se tiene que hacer es más laborioso y complicado al haber menores en un entorno con estas características, con pésimas condiciones de salubridad.

El Rabal, Miralbueno, Las Delicias, San José y los barrios rurales suelen aglutinar el mayor volumen de asentamientos chabolistas en los que tradicionalmente habitaban gitanos y que ahora también lo hacen personas llegadas del Este de Europa. Muchos de ellos tienen problemas mentales, dependencia de alcohol o las drogas o una salud precaria.

Por otro lado, la semana pasada se produjo al derribo de un enclave ubicado en un solar de la avenida Navarra, cerca de la Estación Delicias, que llevaba semanas abandonado y donde había tres chabolas. Esto no significa que pasado un tiempo vuelva a proliferar otro enclave chabolista en la zona.