Recorrer en coche la distancia que separa la Puerta del Carmen de la plaza de Europa en hora punta puede superar esta semana los veinte minutos. El corte de un carril en el paseo María Agustín con motivo de las obras que se están desarrollando en Conde Aranda, ha provocado en los dos últimos días un auténtico caos circulatorio que el operativo diseñado por el Ayuntamiento de Zaragoza apenas ha podido aliviar.

Ayer, entre las ocho y media y las nueve de la mañana, las filas de vehículos llegaba hasta Valle de Broto esquina con Gómez de Avellaneda, en el Actur. Al mediodía, se producía el mismo embotellamiento pero en sentido contrario, es decir, desde el paseo de Pamplona y la avenida de Madrid. Para contrarrestar los efectos del corte del carril, el área municipal de Movilidad Urbana diseñó un operativo especial en el que participan nueve agentes de tráfico de la Policía Local.

Durante toda la semana que durarán las obras, el refuerzo entrará en funcionamiento a las siete de la mañana y se prolongará hasta las 20.30 horas. El motivo que ha obligado al consistorio a cortar el carril ha sido el trabajo de conexión de las tuberías de la calle Conde Aranda con el colector principal, ubicado en María Agustín. Según explicaron fuentes municipales, "la remodelación de Conde Aranda incluía la renovación de la red de abastecimiento y vertido, tarea que sólo puede ejecutarse ocupando parte de la calzada de María Agustín".

Además de los conductores particulares, a los que el ayuntamiento recomienda utilizar durante estos días vías alternativas, los mayores afectados han sido los taxistas y los usuarios de las líneas de autobús público. Los retrasos y la pérdida de las frecuencias se dejaron sentir en recorridos como el del 20 y el 33.