La Sección Tercera de la Audiencia de Zaragoza ha dado luz verde a la apertura de juicio oral contra los acusados de maltratar y mantener en unas condiciones higiénicas y sanitarias deplorables a 544 perros que fueron liberados por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil en Maella en junio del pasado año.

En un auto, el citado órgano judicial, que desestima un recurso de los abogados de los imputados, abre el camino para que el caso llegue a juicio, tal y como había solicitado la asociación de protección de los animales Anadel, representada por el letrado Jorge Piedrafita, que ejerce la acusación popular.

La defensa solicitó el archivo de la causa, abierta por la presunta comisión de un delito de maltrato animal, alegando que no había suficientes pruebas para sustentar la acusación y que los indicios no revelaban la existencia de un comportamiento delictivo.

Sucios y sin agua

Los acusados son un hombre de nacionalidad británica y una mujer rumana que regentaban una instalación de Caspe en la que se dedicaban a la cría de perros. Se exponen a un año de cárcel por haber incurrido supuestamente en un delito del artículo 337 del Código Penal, que castiga el maltrato injustificado a los animales que cause lesiones graves.

En una inspección realizada por el Seprona se descubrió que los perros estaban muy sucios y que no se retiraban las heces ni los orines. Asimismo, los agentes comprobaron que sufrían problemas por una alimentación deficiente y la falta de agua. A ello se unía que el recinto carecía de autorización oficial como criadero de perros y que tampoco existía una supervisión veterinaria.

«La apertura de juicio por este caso es una buena noticia para todos los amantes de los perros», declaró ayer el letrado Jorge Piedrafita, que subrayó que Anadel lucha desde hace años para que incrementen las penas que el Código Penal contempla para los delitos contra los animales. «Son demasiado bajas», comentó el abogad de la acusación popular.