El Ayuntamiento de Zaragoza está estudiando aplicar una subida en la tarifa de los taxis el próximo año, después de cinco congelada. El área de Movilidad está analizando esta y otras medidas para mejorar este servicio público que permitirá, según los propios conductores, aumentar el número de viajeros. La revisión de la ordenanza municipal que los regula se enmarca en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), pendiente de aprobación.

El presidente de la Asociación Provincial de Taxis, Mariano Morón, matizó que solo han planteado la necesidad de revisar la tarifa de día, aunque desde el Gobierno de la ciudad no detallaron si querrán hacerlo extensible a la nocturna y fin de semana, más elevada.

Además de ser uno de los sectores más azotados por la crisis, el tranvía aceleró la pérdida de usuarios hasta alcanzar «el 55%». Según Morón, ya se han recuperado entre el «20 y el 25%» de los usuarios perdidos.

Según explicó, proponen «una subida pequeña» que afecte lo más mínimo a los usuarios ya que, entre sus objetivos principales, se encuentra el incremento de viajeros. Aseguró que la de noche y los festivos «es razonable y no creemos que haya que aumentarla».

UN LUSTRO

Morón recordó que llevan cinco años sin adaptar los precios a la realidad económica mientras, «los costes suben para todos», en referencia al precio de la gasolina y el mantenimiento del vehículo, principalmente.

Desde el área de Movilidad explicaron que el futuro Plan de Movilidad Urbana Sosteniblecontempla la revisión tarifaria, con su correspondiente aumento, aunque no dieron detalles. Esta medida se engloba en el marco de «una actualización, modernización, extensión y mejora del servicio», explicaron desde la concejalía que dirige Teresa Artigas.

No es la primera vez que los taxistas reclaman al ayuntamiento cambios. A principios del año pasado, este sector presentó varias medidas para mejorar su servicio, como la reducción de hasta un 18% del número de licencias con el fin de adaptar el número de vehículos a la demanda real, así como la ampliación en el número de plazas ofrecidas, limitadas a cuatro por viaje, o la flexibilidad de los precios.

La opción de reducir el parque de vehículos se descartó rápidamente porque el consistorio no tiene la competencia para decidir el número de coches que debe tener, según la población.

Durante el día, la bajada de bandera cuesta 1,75 euros y cada kilómetro recorrido 0,79. La nocturna es de 2,65 y por cada kilómetro recorrido se pagan 1,19 euros. En el caso de que se solicite el servicio por teléfono, se paga un plus de 3,50 durante el día y de 4,50 euros en caso de ser por la noche.