Los quioscos de Zaragoza van a tener una segunda oportunidad. El consistorio va a sacar a concurso público la gestión de los que se encuentran en los parques La Granja, Bruil y Castillo Palomar, los paseos Sagasta y de la Ilustración (Miralbueno) y plazas de la Armonía y Los Sitios para que en la próxima temporada puedan abrir sus barras de bar. Podrían hacerlo ya en enero y con una imagen renovada y homogénea ya que uno de los principales requisitos para reabrirlos es que tengan una estética homogénea y que sean sostenibles.

Muchos llevan años cogiendo polvo mientras sus vecinos reivindican su apertura, como sucede con el del parque Bruil, donde su terraza siempre ha estado muy cotizada. Otros cambiarán radicalmente de función, como el de Los Sitios, antiguo quiosco de prensa que se reconvertirá para pasar a servir cafés y copas.

La licitación se hará pública este martes y entre los requisitos que se puntuarán destaca el número de empleados a tiempo completo, la accesibilidad a las instalaciones, las mejoras estéticas y ambientales planteadas por Servicios Públicos y cuyo coste asumirá el propietario, o la carta, que tendrá que ofrecer productos saludables y de calidad (también para celiácos), además de «precios democráticos».

Todos serán de madera, podrán tener pérgolas acristaladas para el invierno, y remates en negro. Incluso se sugiere que se instalen jardines verticales. La concejala de Servicios Públicos, Natalia Chueca, explicó que quieren proyectar una imagen homogénea de las instalaciones por lo que tendrán que ser reformados.

La idea pasa por crear espacios, ya sean cafés o bares, atractivos para que se conviertan en un punto de atracción de ocio y cultura. Por ello, entre los requisitos exigidos también destaca la oferta cultural. «Queremos convertirlos en espacios de ocio y entretenimiento tanto para mayores como para pequeños», explicó la concejala, que insistió en que la oferta sea variada.

Está previsto que antes de verano salgan a licitación otros tantos quioscos, «patrimonio» de la ciudad, matizó Chueca, y que quieren ir recuperando poco a poco para que se integren en la ciudad. El consistorio ingresará de cada quiosco entre 1.400 y 10.700 euros de canon anual y el plazo de concesiones será de 20 años, sin posibilidad de prórroga. La diferencia en el canon se debe a sus rentabilidad, que está directamente relacionada con la ubicación del quiosco del espacio disponible y, sobre todo, de la superficie libre para los veladores.

Otro de los factores que influye en el precio está relacionado con las obras de mejora y adaptación que deben realizarse antes de su apertura para cumplir con los nuevos diseños.

Abrirán de forma obligatoria desde el 1 de marzo hasta el 30 de noviembre de domingo a jueves hasta la 1 de la madrugada y los viernes, sábados y vísperas de festivos hasta las 2.