No han sentado nada bien las críticas del portavoz del PAR, Alfredo Boné. El lunes tachó de "error" el cierre de la oficina del Gobierno de Aragón en Bruselas. Ayer salió al paso el responsable de esta medida, el consejero de Presidencia, Roberto Bermúdez de Castro. Negó la mayor: no se ha echado la persiana, sino que solo se ha trasladado "100 metros". Y recordó que el secretario general de los aragonesistas y consejero de Industria, Arturo Aliaga, "sigue siendo miembro" del Ejecutivo.

Las críticas de Boné hay que leerlas también en clave interna. El PAR está inmerso en su particular proceso de renovación que acaba por afectar de forma transversal a todos los ámbitos. Las palabras del portavoz aragonesista en las Cortes, además de molestar al PP y al Gobierno, dejan en evidencia a Arturo Aliaga, hasta el momento el mejor situado para suceder a José Ángel Biel en la presidencia del Partido Aragonés. Una carga de profundidad que en realidad es réplica de los reproches que le lanzó en la última ejecutiva de la formación.

Bermúdez de Castro es muy consciente de la situación y ayer no quiso hacer sangre. Insistió en la idea de que Aragón "no perderá competencias". La oficina, en la que trabajan y seguirán trabajando dos personas, se traslada de su sede --que cierra-- a las dependencias que tiene el Ministerio de Asuntos Exteriores y que comparten diferentes comunidades autónomas. El ahorro estimado por el Ejecutivo ronda los 100.000 euros, que eran los gastos que acarreaban el alquiler y el mantenimiento del inmueble. "Este dinero ahora podrá destinarse a otras cosas", dijo el consejero.

El portavoz del Gobierno quiso quitar hierro a la polémica, la enésima que se origina en las Cortes de Aragón, al insistir en que los ciudadanos tienen "problemas más importantes" que la oficina de Bruselas. Estas dependencias, habilitadas por el Ejecutivo socialista de Marcelino Iglesias, han sido utilizadas como símbolo del despilfarro de épocas anteriores desde que el PP ocupa el Pignatelli. Primero se eliminó personal hasta dejarlo en solo dos trabajadores. Y ahora se clausura esta suerte de embajada y se opta por su traslado.