La candidatura de Zaragoza para la Expo 2008 va a tener una "competencia considerable" en Trieste y en Salónica por lo que debe convencer de que tiene "más envergadura" para lograr la sede del evento. Esta fue la principal conclusión a la que llegó la presidenta de la comisión ejecutiva de la Oficina Internacional de Exposiciones (BIE), Carmen Sylvain, tras dos días en España, donde se está sometiendo el proyecto zaragozano a examen. Sylvain subrayó que el tema de la muestra, agua y desarrollo sostenible, es una de sus principales fortalezas, junto al apoyo "constante y consecuente" del Gobierno y la contrastada experiencia en la organización de grandes acontecimientos.

La responsable de la comisión de encuesta del BIE compareció ayer junto al resto de diplomáticos que aterrizó el domingo en Madrid para evaluar la candidatura a lo largo de esta semana. De su primera etapa del viaje, que les ha llevado a reunirse con el rey Juan Carlos, con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y con el del Congreso, Manuel Marín, destacó la "excelente acogida". A partir de hoy estarán en Zaragoza para mantener encuentros políticos y sociales.

La adhesión de los agentes económicos a la Expo se pretendía constatar ayer en una reunión con los líderes nacionales de la patronal y de los sindicatos, aunque finalmente enviaron a la sede del Consejo Económico y Social (CES) a representantes de segundo nivel.

El alcalde, Juan Alberto Belloch, vendió la semana pasada que asistirían el presidente de la CEOE, José María Cuevas, y el de las Cámaras, José Manuel Fernández, y los secretarios de UGT y CCOO, Cándido Méndez y José María Fidalgo. Por la CEOE acudió el presidente de la Confederación de Empresarios de Zaragoza, Javier Ferrer, y por las Cámaras, el responsable de la de Zaragoza, Manuel Teruel. UGT envió a su secretaria federal de Medio Ambiente, Dolors Hernández, y por CCOO estuvo su portavoz en el CES, Julián Ariza.

CONTRASTE Sólo el presidente del CES, Jaime Montalvo, cumplió como anfitrión, lo que contrastó con el despliegue de apoyo de las autoridades del Estado con la muestra justo el día anterior. Fuentes oficiales de la candidatura restaron importancia a la situación y achacaron la ausencia de los líderes a un encuentro que se le celebraba con el vicepresidente económico, Pedro Solbes. Sólo José María Cuevas, el presidente de la CEOE, estaba reunido con él. Cándido Méndez llamó al alcalde Belloch para excusar su asistencia.

Tras este encuentro, los delegados del BIE se trasladaron al Monasterio de Piedra, el emplazamiento elegido para tratar del tema de la Expo. Para ello, se dispuso del apoyo del responsable de los programas de agua de la Unesco, Carlos Fernández Jáuregui.

Carmen Sylvain excusó hablar de las debilidades del proyecto basándose en que aún no disponía de información suficiente, pero dejó muy claro que Zaragoza deberá trabajar en una línea muy clara para ganar: "Tiene que convencer a los miembros del BIE que su proyecto es el que tiene más envergadura y el que más interesa a los 91 países --integrantes del organismo--".

La presidenta de la comisión ejecutiva del BIE indicó el interés por conocer también las fórmulas de participación de los diversos países en la Expo 2008, así como emplazamiento escogido --el meandro de Ranillas--, las infraestructuras, así como el número potencial de visitantes de la muestra internacional.

Estas cuestiones serán valoradas por los seis delegados desplazados a España en un informe, con el que la cúpula del BIE decidirá si el proyecto de Zaragoza, al igual que el de sus rivales, es viable e interesa por su alcance. La asamblea se reunirá el 23 de junio para decidir si pasan el examen, pero Sylvain no aclaró si es probable que haya algún corte antes de la votación de diciembre.