La Policía Nacional arrestó la semana pasada a un hombre como presunto autor de un delito contra la Salud Pública (por tráfico de drogas), que logró dar esquinazo a los agentes durante una semana después de que estos hallaron su alijo en un piso de Calatayud. Lo curioso fue que no estaban buscando estupefacientes cuando registraron el piso, sino indicios de que fuese una residencia de ancianos clandestina. Este tema sigue su investigación paralela por parte del Gobierno de Aragón.

Según informó la Jefatura Superior de Policía de Aragón, las informaciones del geriátrico sin licencia comenzaron a recibirse en noviembre, y finalmente, hace dos semanas, los agentes de la Unidad Adscrita al Cuerpo Nacional de Policía en Aragón, junto con inspectores de Servicios Sociales fueron a la casa.

Se desconoce si encontraron pruebas del funcionamiento del recinto, pero lo que sí hallaron fue un alijo de 200 gramos de drogas variadas y otros 100 de adulterantes, amén de diversos materiales habitualmente utilizados en el narcotráfico, como básculas de precisión o una máquina termoselladora para cerrar los plásticos de las dosis.

Los agentes determinaron quién era el propietario de la droga, residente en el piso y con algunos antecedentes, pero este se ocultó hasta que, la semana pasada, pudieron arrestarlo y pasarlo a disposición judicial. Con este son seis puntos de distribución desmantelados en tres meses en Calatayud.