La búsqueda de Víctor da Silva, el joven universitario desaparecido en Año Nuevo tras el cotillón del Espacio Ebro, volvió ayer al Ebro. Mientras el Grupo de Homicidios de la Policía sigue avanzando en otras líneas de investigación, han decidido volver a rastrear el cauce del río ante la sospecha de que sufriera un accidente y cayera al río. Ayer peinaron la superficie desde el azud de Vadorrey hasta el Burgo de Ebro, y hoy retomarán la búsqueda hasta la presa de Pina, donde suelen quedar atrapados los cuerpos que arrastra la corriente.

El operativo de búsqueda del cuerpo comenzó alrededor de las 11.30 horas, y contó con la colaboración del equipo de buceadores de los Bomberos de Zaragoza, con cuatro hombres a bordo de una lancha zodiac y una moto acuática. Paralelamente, los agentes a pie buscaban por las orillas del río.En unas tres horas recorrieron el cauce hasta El Burgo, y decidieron suspender el operativo hasta hoy por la mañana.

Los Bomberos han vuelto pues a colaborar en la búsqueda, como ya hicieran el pasado día 2, en los canales de los alrededores del recinto de Ranillas y en el río. El rastreo se interrumpió al comprobar los agentes que la señal del móvil del joven lo situaba --si lo llevaba él--, al mediodía, en las inmediaciones de la plaza Mozart, un posible camino para ir de la Expo a su casa.

Actualmente han solicitado las grabaciones de varios establecimientos e instituciones que cuentan con cámaras de videovigilancia en este trayecto, para tratar de reconstruir los pasos de Da Silva. Este se comunicó con llamadas y WhatsApp con varias personas, y también con la estación de Delicias --una llamada de siete segundos--, pero no llegó a acudir a ella. Según publicó Heraldo, también fue advertido por la Policía Local cerca de Grancasa por interrumpir el tráfico. Los investigadores comprobarán estos registros telefónicos a la vez que las cámaras.