La búsqueda del cadáver de Pilar Cebrián, reanudada ayer en Ricla (Zaragoza), a raíz del "Test de la verdad" que se le hizo a su supuesto asesino y marido, Antonio Losilla, avanza de forma lenta ante las dificultades que presenta el terreno en el que se está excavando, de momento, infructuosamente.

Una treintena de agentes de distintas unidades de la Jefatura Superior de Aragón de la Policía Nacional y también de Madrid están desde ayer buscando los restos de Pilar Cebrián en un nevero que hay en Ricla, a 200 metros de su casa, que mide unos ocho metros de profundidad, según fuentes de la Policía Nacional.

De momento se ha llegado más o menos a la mitad del pozo, ante los problemas que se están encontrando los investigadores especialmente a la hora de fechar los estratos, según estas fuentes.

Por lo visto, la estratificación de los neveros no es natural, ya que hay una capa de desperdicios, y luego el hombre echa tierra por encima o los quema para que no huela mal.

Esto dificulta conocer la fecha de la zona donde se está excavando, hasta el punto de que se duda a veces si la zona donde se investiga data de la fecha en la que se cree que Pilar Cebrián fue asesinada por su marido, Antonio Losilla, en 2012, o se está investigando en un estrato de una fecha distinta.

Las labores de búsqueda se han suspendido hoy y se espera que se reanuden mañana por la mañana hacia las ocho o las nueve; durante la noche la zona permanecerá vigilada, han explicado las fuentes.

Los agentes han excavado con picos y con martillos neumáticos de los bomberos de la Diputación Provincial de Zaragoza.

En el interior del pozo han localizado varios cuerpos de animales muertos y todo tipo de residuos ya que en la actualidad este nevero ha perdido su uso original de mantenimiento y conservación de los alimentos y es utilizado como vertedero.

El lugar, ubicado a unos 200 metros de la casa de Pilar Cebrián, en lo alto del pueblo, ha sido señalado en la prueba que se le practicó a Antonio Losilla como punto caliente donde podía estar la víctima.

Este test de la verdad o prueba P300 fue realizada por primera vez en España a Antonio Losilla en el hospital Miguel Servet de Zaragoza con el objetivo de ayudar a la investigación a localizar el cadáver de su esposa, desaparecida en abril de 2012.

El pasado jueves, el neurofisiólogo José Ramón Valdizán que realizó la prueba a Losilla llevó a cabo el mismo test a Miguel Carcaño, condenado por el asesinato de la joven sevillana Marta del Castillo cuyo cuerpo no ha sido encontrado cinco años después de su desaparición y tras las siete versiones diferentes aportadas por su asesino.