Una investigación de la Universidad de Zaragoza está comparando la gestión del agua en períodos de sequías en España, California y Australia. El estudio muestra que se ha avanzado en el desarrollo de planes de ahorro y conservación de los recursos hídricos, pero que todavía quedan muchos problemas sin resolver.

Recientemente, España ha sufrido la severidad de diversos efectos naturales extremos tales como fuertes riadas en el sureste español durante octubre o la intensificación de sequías en varias zonas del país. Este tipo de eventos naturales generan importantes efectos económicos y sociales y, normalmente, actúan como catalizadores de cambios en las regulaciones.

Este es el punto de partida de una reciente investigación de la Universidad de Zaragoza y de la Universidad de Córdoba donde se analiza cómo recientes episodios de sequías han actuado como catalizadores de cambios legislativos e institucionales en materia de gestión de agua.

En el estudio se comparan tres regiones, España, California y la cuenca de Murray Darling en Australia. Si bien estas regiones tienen un clima, un contexto socio-económico y unos problemas de escasez de agua muy parecidos, la manera de enfrentarse a las sequías plantea notables diferencias entre ellas. En muchos casos, sobre todo en el plano técnico, existen coincidencias.

«En los tres países se ha motivado un cambio de políticas de oferta, donde el objetivo es aumentar las reservas de agua, a políticas de demanda, que buscan un mejor uso y más eficiente de los recursos hídricos», ha aclarado la profesora de Economía en la Universidad de Zaragoza, Encarna Esteban, coautora del trabajo junto al profesor Julio Berbel (Universidad de Córdoba).

Sin embargo, existen importantes diferencias entre las tres zonas en la manera de gestionar el agua, sobre todo en periodos de sequías. Una de las principales radica en cómo se gestiona la propiedad del agua y cómo se regulan las asignaciones de agua entre usuarios y usos.

Los resultados muestran como en las tres regiones hay tendencia (sobre todo en el pasado) a sobreexplotar los recursos hídricos, a pesar de las regulaciones implementadas. Sin embargo, recientes sequías en las tres zonas han motivado la implementación de nuevas medidas para mitigar los impactos de estos eventos naturales. Por ejemplo, las sequías han pasado a estar consideradas como un elemento más dentro de las regulaciones sobre los recursos hídricos.