La Cámara de Cuentas de Aragón emitió este martes el informe de fiscalización de las cuentas anuales de la Universidad de Zaragoza correspondientes al año 2018, emitiendo una opinión favorable al estimar que reflejan de forma fiel la situación económica de la institución académica, aunque recomiendan reducir la «alta temporalidad» laboral de los docentes.

Esto se debe a que, según el informe, en el Personal Docente e Investigador (PDI) los contratados temporales representan el 91% del total, alcanzando en el año auditado 2.595 efectivos, de los que 1.390 son personal laboral docente temporal, 621 investigadores y 584 profesores asociados en Ciencias de la Salud.

En cuanto al Personal de Administración y Servicios (PAS), los funcionarios interinos ascienden a 575 y representan el 37,2% del total. Este colectivo se ha incrementado un 40% desde el año 2011.

Los profesores con contrato laboral temporal, excluidos profesores colaboradores y eméritos, los profesores asociados en ciencias de la salud y los investigadores, representan el 44,9% del total (1.390 personas). «Este hecho supone un incumplimiento de la Ley Orgánica de Universidades que en su artículo 48 establece que el personal docente temporal no podrá superar el 40% de la plantilla docente», indicaron.

Por otro lado, el órgano fiscalizador señaló que la universidad gastó 261 millones de euros e ingresó 269, siendo la principal fuente de financiación las transferencias del Gobierno de Aragón, por importe de 188 millones de euros, con un incremento del 5,5% respecto al 2017. A continuación están los ingresos por precios académicos, que ascendieron a 51 millones de euros, lo que representa el 13% del total de los ingresos del presupuesto.

El capítulo de gastos más importante ha sido el de personal, con 205 millones de euros, el 78%, incluido el gasto del personal investigador.

A 31 de diciembre del 2018, los trabajadores de la institución académica ascendían a 6.013 efectivos, una cifra que en los últimos diez años se ha incrementado el 10%.

En este periodo, la Cámara ha observado una evolución creciente del personal laboral y un retroceso del personal funcionario, que se aprecia, especialmente, entre el personal docente. Así, desde 2011, el personal docente funcionario ha disminuido un 12% y se sitúa en 1.458 efectivos, mientras que el personal docente laboral se ha incrementado el 25%, alcanzado la cifra de 2.220 personas.

La auditoría del órgano fiscalizador concluye el informe con que las cuentas de la Universidad de Zaragoza reflejan fielmente la imagen de su patrimonio, su situación financiera y sus resultados económicos y presupuestarios, e identifica algunos incumplimientos significativos de la normativa que rige la gestión de los fondos públicos que se señalan en el informe.

Pese a esta opinión financiera favorable, el informe recoge incumplimientos e incorrecciones y realiza una serie de recomendaciones con el fin de que se corrijan, especialmente, en materia de personal relacionadas con la temporalidad.