Los cañones de fabricación de nieve han comenzado a funcionar en la estación invernal de Cerler, en el Pirineo de Huesca, para cubrir las pistas de un manto de nieve que que se pretende que sirva de base hasta el final de la nueva temporada de esquí.

Según informa el grupo aragonés de la nieve, Aramón, la producción de nieve artificial comenzó ayer por la tarde de forma ininterrumpida gracias a unas temperaturas situadas entre los -3 y los -8 grados centígrados y unas condiciones de humedad que favorecen el asentamiento y consolidación del manto nivoso.

De momento, informan dichas fuentes, estas circunstancias han permitido poner en marcha hasta un 20 por ciento de los cañones con los que cuenta la estación, los que innivan las zonas de pistas de Gallinero, Perdiz Blanca, Ampriu, Barranco y Cogulla.

El número de cañones así como las zonas de innivación podrían aumentar en función de la evolución de las condiciones meteorológicas, que se esperan propicias de cara a la fabricación de nieve.

Estos trabajos de producción de nieve refuerzan las nevadas de la pasada semana, que han permitido consolidar un primer manto blanco gracias a las bajas temperaturas registradas.