El yacimiento del Cabezo de la Cruz fue hallado en 1975 por Javier Fanlo y los resultados de las primeras excavaciones se publicaron en 1979. Antes de plantear la autovía, en 1995, ya se conocía la existencia de este espacio de los siglos VII y VI A. C. Sin embargo, un error de Fomento al publicar su ubicación impidió que presentar alegaciones. Fue Fanlo quien alertó del fallo, pero la DGA permitió que las excavaciones llegaran casi hasta el Cabezo, donde empezaron unos trabajos arqueológicos que muchos criticaron. El problema acabó en la Fiscalía.