La cuidadora de origen rumano que fue detenida el pasado lunes en Huesca cuando, al parecer, trataba de incendiar el piso en el que atendía a una anciana de 94 años, se encuentra desde ayer ingresada en la cárcel de Zuera. El juez encargado del caso tomó la decisión de enviarla a prisión tras tomarle declaración. Le ha imputado un delito de homicidio en grado de tentativa por tratar de prender fuego a la casa mientras la anciana, que ha sido encomendada a Servicios Sociales, se hallaba en la cama, sin posibilidad de moverse.

La Policía y los Bomberos de Huesca tuvieron que buscar medios alternativos para entrar en la vivienda, situada en la calle de Benabarre, pues nadie les abría cuando llamaban a la puerta. Un miembro del equipo antiincendios descolgó por el patio interior y llegó a tiempo de sofocar las llamas que había en el piso.

La sospechosa se hallaba con unas tijeras y un palo en la mano, con el fin de cortar la corriente y el mecanismo de teleasistencia de la anciana, que se hallaba visiblemente nerviosa si bien no había sufrido lesiones.

Los agentes de Policía y los bomberos comprobaron, al entrar en la vivienda, que había varios focos de fuego y que junto a ellos se hallaban papeles y libros amontonados con el fin de facilitar la propagación de las llamas.

La asistenta, de 50 años, fue detenida y ha estado en la Comisaría de Huesca hasta su traslado ante el juez de guardia. Los vecinos del inmueble señalaron que hasta recientemente no había habido problemas en el piso donde ocurrieron los hechos, pero que hace una semana que empezaron a oír gritos. La cuidadora llevaba más de dos años en ese trabajo. Por otro lado, la investigación continuará con distintas pruebas forenses para tratar de determinar el estado de la salud mental de la detenida.