EL AMOR por la gastronomía levanta pasiones. Así se demostró ayer en la Cumbre Internacional Madrid Fusión, cuya jornada estuvo dedicada a la cocina del Piamonte. Sus promotores presentaron a subasta, como aliciente, una enorme trufa tipo tartufo bianco del área de Asti (en la zona central de la citada región), cuyo tamaño se acercaba al de medio balón de fútbol, según aseguraron los presentes. Durante la puja, que se inició en la cantidad de 600 euros, el propietario del Lillas Pastia de Huesca, Carmelo Bosque, se enzarzó en una dura batalla con los responsables de Frutas Vázquez de Madrid (casa que provee a la Casa Real). Las apuestas por la trufa subieron hasta 4.500 euros, cifra en la que Bosque (que quería el deseado tubérculo para cenárselo con sus amigos) se plantó, por lo que la pieza quedó adjudicada a la frutería madrileña. Según explicaron los propietarios de Frutas Vázquez al gastrónomo zaragozano Juan Barbacil, tanto interés por el tubérculo italiano se debía a que esta trufa le será obsequiada a Felipe de Borbón y a Letizia Ortiz como regalo de bodas. Y casi se quedan sin él... E. P.