Los carteristas suelen ser muy hábiles en su trabajo, pero no todos escogen bien dónde ejecutarlo. Fue el caso de dos ladronas búlgaras que, el pasado sábado, decidieron abordar a un turista en Barcelona en mitad de una manifestación de miles de personas. Solo que esta era de agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional, y dos de estos últimos, precisamente del Grupo de Hurtos de Zaragoza, las sorprendieron en plena acción.

La protesta la convocaba la plataforma Jusapol, creada para exigir la equiparación salarial de las fuerzas de seguridad nacionales con las autonómicas, como los Mossos d’Esquadra y la Ertzaintza. Tras una primera convocatoria en Madrid, la del pasado sábado en la ciudad condal reunió a 35.000 agentes.

Entre ellos había un millar llegados desde Aragón, incluidos estos dos agentes de Hurtos zaragozanos. Con la mirada entrenada para estos menesteres, los agentes observaron, al paso de la manifestación por el paseo de Gracia, cómo dos mujeres abordaban a un turista japonés y le distraían utilizando un mapa para tapar sus pertenencias y desvalijarle. Apenas habían dado diez pasos cuando los agentes, de paisano como los otros 35.000, les dieron el alto y las pusieron a disposición de la Guardia Urbana. No les habría venido mal preguntar de qué iba la manifestación.