El presidente del PP, Pablo Casado, ha garantizado este miércoles que su partido irá "hasta el final" y recurrirá ante el Tribunal Constitucional los "decretazos" de los viernes sociales "electorales" del Gobierno de Pedro Sánchez.

"En España no se puede gobernar como a uno le sale de los decretos", ha enfatizado en un acto con militantes en Zaragoza, en el que ha denunciado que un Gobierno sustentado "en la minoría más exigua de la democracia" pretenda hacer en ocho semanas lo que no ha hecho en ochos meses y presentarlo "con un lacito" como decretos sociales cuando son decretos "electorales".

"Es sencillamente una ofensa al contribuyente, al que se le mete la mano en el bolsillo para pagar la campaña electoral con estos decretazos" y por tanto, aunque la Junta Electoral Central diga que estará vigilante a las ruedas de prensa del Consejo de Gobierno, el PP llegará "hasta el final".

Además, ha anunciado que su partido recurrirá a la Fiscalía para que se retiren los lazos amarillos de todas las plazas y calles de Cataluña si el presidente del Govern, Quim Torra, no cumple la exigencia de la Junta Electoral Central de que retire esa "propaganda independentista" de los edificios públicos.

"Cuando sea presidente del Gobierno no va a hacer falta que nadie nos diga que se retiren lazos amarillos porque no vamos a dejar que se ponga un solo lazo", ha aseverado Casado.

En su intervención, ha criticado también a Sánchez por no querer mantener una "cara a cara" con él, como sí hicieron sus antecesores, para debatir de asuntos de la "revolución fiscal" o la "autopista administrativa" que plantea el PP, la reforma educativa, la ley de maternidad o propuestas en infraestructuras, logística, industria o energía.

Además, ha agradecido la responsabilidad del Partido Aragonés al decidir no presentarse a las elecciones generales, y por tanto no repetir la coalición con el PP, y ha hecho un llamamiento a la reflexión a los partidos constitucionalistas a que analicen si merece la pena dividir el voto en aquellas provincias con menos de seis diputados para que algunos escaños "engrosen las filas de la izquierda radical en manos de Torra y los batasunos".

Porque quizá, ha advertido, esas fuerzas que defienden la unidad de España se conviertan en las mejores aliadas de una dispersión del voto que pudiera revalidar el gobierno "más letal" que la historia reciente del país.