Dos operaciones policiales han permitido decomisar en los últimos días casi 500 plantas de marihuana en Aragón, y detener a sus tres cultivadores, entre Zaragoza, Tarazona y Alcañiz.

La principal fue desarrollada en las dos primeras localidades, en una investigación conjunta de la Guardia Civil y la Policía Nacional, que ya se encontraban indagando los mismos hechos.

Según informaron ambos cuerpos, la investigación se inició en enero, aunque fue el 9 de marzo cuando la Guardia Civil realizó un registro en el domicilio de Tarazona en el que se intervinieron 217 de plantas de cannabis en diferentes estados de crecimiento, así como multitud de útiles y productos para desarrollar esta actividad. El inquilino del inmueble, interno en un centro penitenciario catalán, fue investigado (imputado) por ello.

Cuando volvió a la prisión, la Policía comprobó cómo otra persona se hacía cargo de otro cultivo de marihuana que tenía en otra casa de Zaragoza, que fue registrada el 22 de marzo y en la que se halló otro completo invernadero, con 190 plantas. También se intervinieron 64 viales anabolizantes, 17 paquetes de pastillas utilizadas para el dopaje y documentación relevante para la investigación que vinculaba ambas instalaciones. El 2 de abril, la Guardia Civil detuvo al recluso en Cataluña tras salir de prisión y volver a la vivienda de Tarazona, y fue enviado de nuevo a prisión, esta vez a Zuera.

A esta operación se une otra de la Guardia Civil, que arrestó en Alcañiz a un vecino. En el local encontraron 89 plantas de marihuana, así como algo más de medio kilo de cogollos. Las instalaciones, descubiertas el pasado viernes, 6 de abril, también estaban acondicionadas para el cultivo y para camuflar el olor.