La sección sindical de CCOO en Pikolín denunció ayer «la imposición de la empresa de un calendario laboral, que no reúne el consenso de las partes y que deja al margen las posibilidades de conciliación de la vida personal, laboral y familiar de sus trabajadores». Desde el sindicato rechazaron en un comunicado la «falta de diálogo normalizado» con la representación laboral de los trabajadores.

CCOO cree que tras la retirada de las propuestas de flexibilidad que puso la empresa encima de la mesa, y que desembocaron en un conflicto que duró 19 días en el 2018, «vuelve a tratar de imponer opciones de flexibilidad no negociadas con la presentación de un calendario, que excluye todos los puentes como festivos».