La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) investiga desde la semana pasada la procedencia de unos vertidos contaminantes que han provocado quejas en Escucha por el mal olor que afecta desde hace algún tiempo a una parte de la localidad, situada en las Cuencas Mineras.

"Se trata de un vertido no autorizado y en apariencia ilegal", señalaron ayer fuentes de la CHE, que precisaron que los técnicos de la entidad están recogiendo muestras para realizar análisis.

En Escucha algunos vecinos sospechan que el agua contaminada podría proceder de una fábrica de reciclaje de plástico usado que se instaló en su término hace un año y que posee un gran espacio de almacenamiento en su exterior.

"La instalación cumple todas las normas municipales", subrayó ayer Javier Carbó, alcalde de Escucha, que reconoció que se producen malos olores en las afueras de la población.

Carbó manifestó que la planta que trata el plástico y lo reconvierte en material para la agricultura proporciona empleo a 40 personas y que "la idea es que vaya ampliándose".

Los vecinos se muestran de acuerdo en la importancia de la fábrica en la economía local, pero algunos de ellos insisten en que deben tomarse medidas para evitar tanto los malos olores como los vertidos presuntamente ilegales.

"No hemos recibido ninguna queja, pese a que el polígono industrial está muy cerca del casco urbano", declaró el alcalde. En su opinión, el plástico amontonado ante la instalación podría estar en el origen del mal olor.

Sin embargo, en la Confederación Hidrográfica del Ebro no se abrirá un expediente sancionador hasta tanto no se determine la ilegalidad del vertido ni su lugar de procedencia, algo que todavía se investiga.