Los efectos del cierzo tras las lluvias en la capital aragonesa no se han hecho esperar. El Cuerpo de Bomberos de Zaragoza tuvo que efectuar una gran cantidad de salidas en el día de ayer para atender urgencias producidas por las fuertes rachas de viento --de hasta 88 kilómetros por hora--, que provocaron desde caídas de árboles hasta desprendimientos de tejas, ramas, antenas e incluso una farola.

La incidencia más grave tuvo lugar en la calle Eloy Martínez, en el barrio de Delicias, donde los operarios tuvieron que actuar para retirar un ejemplar de gran tamaño que había caído sobre dos coches estacionados en la calzada. Uno de ellos, sufrió daños en el techo y en la puerta y la luna del lado del conductor quedó hecha añicos. El otro turismo solo tuvo afección en el techo.

El cierzo también dejó desperfectos en Garrapinillos, donde los bomberos tuvieron que cortar un árbol que había caído sobre el tendido eléctrico, en la Carrera de Herradura, junto a la acequia. También recibieron avisos para retirar ramas que suponían peligro para los viandantes en Alberto Duce, paseo de los Rosales y en camino de la Estación (Monzalbarba)

Y no solo el arbolado se vio afectado por las inclemencias del tiempo. Entre las más destacadas, varios cascotes se precipitaron ayer sobre la acera en la avenida de Goya y 2 metros cuadrados de tela asfáltica tuvieron que ser retirados de un tejado por amenaza de caer a la vía pública en Escultor Palao.

PÉRDIDA SINGULAR

Y el temporal de viento y lluvia no se ha terminado. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) anuncia para hoy y mañana más rachas fuertes de viento en la depresión del Ebro. En el resto de Aragón, viento moderado del norte, con intervalos de intensidad fuerte en zonas altas de montaña.

Además de las afecciones que tuvieron lugar ayer, el pasado domingo, un árbol singular de los 57 que se catalogaron en toda la ciudad en 2005, cayó al suelo en el parque Bruil. Se trata de un ejemplar de Gleditsia triacanthos, más comunmente llamado acacia de tres espinas o algarrobo de burros. Desde la Coordinadora Vive El Parque Bruil denunciaron que se pidieron apoyos para este ejemplar hace más de un año y que, el pasado 17 de junio, se dio conocimiento del estado del árbol y de la necesidad de hacer seguimiento del mismo que, según ellos, "nada de ello se ha hecho". Mariano Mérida, socio de la comisión de defensa de la Asociación Naturalista de Aragón (Ansar), exigió también que en los presupuestos de Parques y Jardines se constituya una comisión técnica para revisar este tipo de ejemplares.

Desde el departamento de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zaragoza confirmaron tener conocimiento de que era un ejemplar en declive, lo que implica que estaba bajo observación y, precisamente en respeto a su calificación de singular y por estar situado en un parque, se decidió no talarlo.

La Ordenanza municipal de protección del arbolado --artículo 24 y detalle en anexo-- desaconseja la plantación de las acacias de tres espinas. La DGA, por su parte, la califica en su normativa como una "especie invasora".