La Guardia Civil ha desmantelado una red de inmigración ilegal con la detención de cinco personas, una de ellas en la localidad turolense de Valderrobres y el resto en las provincias de Alicante, Tarragona y Barcelona. Se trata de cuatro hombres y una mujer, de entre 22 y 53 años, con cuyos arrestos se ha cerrado la segunda fase de una operación contra las mafias migratorias, que ha permitido definir cómo operaba la organización.

Las pesquisas partieron de Algeciras, cuyo Juzgado de Instrucción 4 se encarga de la investigación desde que comenzara, en marzo, cuando se detectó a uno de los presuntos integrantes de la organización, vecino de Murcia. Sospechaban que podría estar dedicándose a introducir de forma ilegal, previo pago, a compatriotas marroquíes en España, y la investigación de la Unidad Central Especial número 3 de la Guardia Civil, así como los grupos de Información de Murcia y Algeciras, así lo constató. Terminaron arrestando a cinco personas en Murcia, Alicante y Torredembarra.

Los arrestos permitieron recabar más información sobre el proceder de la red. Así, los agentes determinaron que el procedimiento habitual era concertar en origen una recogida con los que intentaban cruzar el Estrecho de Gibraltar en pateras u otras embarcaciones, en puntos de la costa española, desde donde eran trasladados a otros lugares.

NIÑOS / Con los menores, por contra, el procedimiento habitual era permitir que fueran interceptados por las Fuerzas de Seguridad del Estado y trasladados al centro de acogida correspondiente. Les aleccionaban para aprovechar alguna actividad exterior en el centro, como una excursión u otra de carácter lúdico, para escaparse y eran recogidos por miembros de la organización, que les llevaban con sus familiares que habían pagado.

Los investigadores también pudieron comprobar que algunos de los inmigrantes recogidos tenían como destino final otros países de la Unión Europea.

Una vez perfilado el sistema, los agentes identificaron a otros cinco integrantes de la red en la citada localidad turolense, Tarragona capital y Cambrils, la ciudad barcelonesa de Manresa y la alicantina de Concentaina. Se encargaban más bien de tareas logísticas de transportes, y en el caso del turolense, según fuentes del instituto armado, lo hizo para un familiar suyo.

La investigación sigue abierta y no se descartan futuras oleadas de arrestos.