El coche eléctrico levanta una gran expectación y ruido mediático, pero de momento no es una alternativa muy tenida en cuenta a la hora de comprar por los consumidores aragoneses. Aunque las cifras crecen progresivamente, está por ver cuando se producirá en gran despegue de este mercado. Las cifras actuales hablan por sí solas. En los tres primeros meses del año tan solo el 0,58% de los vehículos vendidos en la comunidad eran de este tipo, lo que se traduce en apenas 35 unidades (23 de eléctricos puros y 12 de híbridos-enchufables), cuatro más que en el mismo periodo del año anterior, según los datos de matriculaciones de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles (Anfac).

El conjunto de modelos de propulsión alternativa -eléctricos, híbridos y de gas- alcanza unas cifras más vistosas. En el primer trimestre representan el 7,68% del mercado autonómico (464 unidades), en torno a un 25% más en comparación con en el mismo periodo del año precedente. Estos porcentajes a buen seguro pegarán un acelerón en lo que queda del 2019 gracias a las ayudas del programa Moves, lanzado por el Gobierno central para impulsar la movilidad eficiente y sostenible y cuya gestión corresponde a las autonomías. El Gobierno de Aragón anunció esta semana que abrirá la convocatoria para cursar las solicitudes en las próximas semanas para recibir estos incentivos, que ascienden en la comunidad a un total de 600.000 euros, lo que dará para subvencionar alrededor de 150 vehículos.

MIX DE MOTORIZACIONES

No cabe duda de que la movilidad eléctrica es el futuro, pero el avance está siendo lento de momento. En todo el 2018 se matricularon 135 vehículos eléctricos en Aragón, el 0,51% del total de matriculaciones, lo que supuso un crecimiento del 169% respecto a los 80 del 2017. De estos, 62 fueron de eléctricos puros, casi el triple que el ejercicio anterior (26); y 73 de híbridos enchufables, un 72% más. Los datos del 2018 son buenos si se tiene en cuenta además que no hubo incentivos públicos para la adquisición de estos coches.

El conjunto de modelos con sistemas de propulsión alternativos -eléctricos, híbridos y de gas- registraron un crecimiento del 124%, hasta alcanzar 1.818 unidades vendidas (1.469 en el 2017) y el doble respecto al 2016 (888). De esta forma, rozaron una cuota de mercado del casi el 7%, un punto porcentual más que en el año anterior (6%) y también el doble que dos años atrás (3,63%).

De este grupo, destaca especialmente el comportamiento de los híbridos (motor eléctrico con gasolina, gasóil o gas), con 1.657 unidades comercializadas, un 120% más respecto a las 1.375.

INQUIETUD EN LA INDUSTRIA

Además del progresivo avance de los vehículos alternativos, la otra gran tendencia es el desplome de los coches con motor diésel. En el primer trimestre representaron el 31% (1.886) de las matriculaciones de la comunidad, un 27% en relación al mismo periodo del año anterior. La cuota del gasóil no ha parado de bajar en los últimos años (64% en el 2016, al 57% en el 2017 y 48% en el 2018). De esta caída se han beneficiado los vehículos de gasolina, cuyas ventas han subido un 10% entre enero y marzo, hasta alcanzar una cuota de mercado del 61%, cinco punto más que en el 2017 (56%).

«Es un momento de transición tecnológica delicado para nuestra industria, que tiene que pensar en el presente pero también en el futuro», afirma Benito Tesier, presidente del Clúster de Automoción de Aragón (CAAR). «Vamos a estar a la altura de las circunstancias», asegura, pero subraya que está por ver si el eléctrico se va popularizar a corto plazo en el mercado dadas las limitaciones de autonomía, precio y infraestructuras de recarga que existen.

«Creemos que va a continuar habiendo un mix de oferta grande, de acuerdo a las circunstancias de cada consumidor», señala. Un buen termómetro de lo que ocurra será el lanzamiento en el 2020 de la versión eléctrica del Opel Corsa, que se producirá en la planta de Figueruelas.