La compañía aérea del Yak-42, la ucraniana UM Air, podría declararse insolvente para evitar hacer frente a las indemnizaciones de los familiares de las 62 víctimas, que exigen a la empresa más de 52 millones de euros. La reclamación contra UM Air fue interpuesta en Zaragoza el pasado mes de febrero.

Fuentes jurídicas explicaron a este periódico que, de esta manera, la compañía aérea trataría de que su aseguradora se hiciera cargo del pago y de que las cuantías no excedieran de ninguna manera los 20.000 dólares por pasajero suscritos entre ambas.

Ahora bien, los representantes legales de los afectados estiman que esa cantidad, establecida como límite en el Convenio de Varsovia en caso de accidente, no puede aplicarse, ya que las víctimas no recibieron por escrito un billete con esta información, como exige el convenio. En caso de siniestro, la compañía aérea es responsable directa.

Las familias reclaman cinco conceptos: el daño moral causado, el de afección, el material, los perjuicios económicos y los psicofísicos.