Los conductores de Autobuses Urbanos de Zaragoza (AUZSA) vuelven a la calle en medio del silencio de la contrata del transporte público. Nada de lo que han pedido ha sido atendido.

La tercera cita del mes será esta tarde a las 19.00 horas en la plaza Aragón, un punto ya emblemático para los conductores. El año pasado, en estas mismas fechas fue allí donde exigieron a la empresa la readmisión de los afectados por el despido colectivo de los que aún quedan 15 por reingresar a la empresa. La contrata tiene de tiempo hasta el 31 de diciembre del 2015 para hacerlo.

Este solamente es uno de los males por los que luchan y que se pactó entre el Ayuntamiento de Zaragoza, los trabajadores y la empresa.

Autobuses Urbanos tenía dos años para readmitir a los despedidos a cambio del incremento de la red en 500.000 kilómetros. Pero con otra premisa. Que las horas extra, en lugar de abonarse económicamente, se compensaran con días de libranza con el objetivo de que acelerar las readmisiones.

En lugar de dar días de libranza, está ocurriendo todo lo contrario, indicaron desde el comité de empresa. "Estamos haciendo más horas extra", precisó el representante sindical, Javier Anadón.

No solo eso, sino que las 14 fiestas al año que tiene por convenio tampoco se están concediendo "porque falta personal", explicó Anadón. Así que se acumulan para el 2015, "lo que puede ser una locura", añadió.

Tampoco se están respetando las parejas de conductores. Las líneas de bus se hacen en binomios que se reparten los turnos de mañana o de tarde. "Ya está todo organizado, si ahora nos cambian de parejas, se trastocan los horarios que tienen hechos para su conciliación familiar", criticó Anadón.

El comité sospecha que la intención de la empresa, a un año de que finalice el actual convenio, es generar crispación entre los trabajadores con el sindicato para que la futura redacción del nuevo se haga en un ambiente polémico que dificulte la labor del comité. Respecto al pronunciamiento de la plantilla, el comité admitió que lo desconoce.