La ciudad nicaragüense de León, hermanada con Zaragoza desde el 2002, no ha sido ajena a los altercados que vive el país entre gobierno y manifestantes desde el pasado 18 de abril. En la ciudad han tenido lugar sucesos graves, como los incendios de algunos edificios y la muerte de cuatro personas. Dadas estas circunstancias, los proyectos que se desarrollan en León con el apoyo de la capital aragonesa han tenido que ser paralizados.

Desde la asociación Hermanamiento León-Zaragoza muestran su preocupación por los acontecimientos que se están desarrollando en el país centroamericano. Por ello, relatan que sus esfuerzos se han centrado en priorizar la seguridad del voluntariado y del personal de la oficina en el país, a los que les han recomendado seguir los consejos de la embajada. La entidad ha suspendido provisionalmente sus asistencias y programas de voluntariado, salvo una ludoteca móvil que ayuda a los niños «a sacar las tensiones de estos días», explica la presidenta de la asociación, María Jesús Luna.

Actualmente, en el Estado centroamericano se encuentran la persona encargada de la coordinación de la oficina de hermanamiento y cuatro voluntarios más. «Están bien. En los momentos más complicados salieron del país, siguiendo la recomendación de la embajada. Estuvieron un tiempo en El Salvador, donde tenían proyectos también, y luego volvieron», precisa Luna.

Ante el clima de violencia que ha sacudido el país, desde la asociación subrayan que no se posicionan políticamente y que han trabajado con partidos de distinto signo en ambas ciudades. No obstante, destacan su preocupación «por el número de fallecidos» y consideran que cualquier proceso de solución al conflicto ha de ser desde el respeto a los derechos humanos y las libertades democráticas. «Esperamos que los procesos que se sigan se hagan con diálogo y que se pueda resolver de la mejor manera», concluye Luna.

MÁS PROYECTOS / Desde el Ayuntamiento de Zaragoza detallan que también se encuentran paralizados los cuatro proyectos que ejecuta en la zona la Fundación Ecología y Desarrollo, subvencionados por el consistorio, con el fin de primar la seguridad de las personas. Recalcan que se reanudarán en cuanto la situación lo permita. Además, desde la concejalía de Derechos Sociales se han seguido los acontecimientos «con mucha preocupación» y la concejala del área, Luisa Broto, envía sus condolencias a los familiares y amigos de las personas afectadas por el conflicto. La edila condena «toda violencia» y manifiesta su defensa «por el respeto de los derechos humanos y las libertades democráticas».

El conflicto ha dejado ya 47 muertes, según los datos que maneja el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos. La situación tuvo su punto de partida en las protestas contra la reforma del Instituto de la Seguridad Social que impulsó el gobierno de Daniel Ortega, que planteaba reducir un 5% las pensiones.

Pero a pesar de la retirada de la medida que generó la discordia, el enfrentamiento entre manifestantes, el gobierno y grupos afines a él no ha cesado en las calles del país.