La contratista del avión Yak-42 accidentado en Turquía en el 2003, Chapman Freeborn, ha consignado ante el Tribunal de Primera Instancia de Francfort, los 5,3 millones pendientes de pago para indemnizar a las familias de los 62 militares que fallecieron en el siniestro.

El proceso penal por la catástrofe aérea se encuentra en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo, mientras que el Ministerio de Defensa sigue tramitando una demanda de reclamación patrimonial.

El proceso civil sobre el accidente, ocurrido el 26 de mayo del 2003, se inició el 2 de febrero del 2004 en los juzgados de Zaragoza contra la aerolínea UM Air, la contratista Chapman Freeborn --ha recurrido la ejecución pese a depositar el dinero-- y la aseguradora Busin Joint. Este procedimiento, que incluyó la repetición del juicio, finalizó el 13 de noviembre del 2012, cuando la Sala Primera del Tribunal Supremo ratificó las sentencias que previamente habían emitido el Juzgado de Primera Instancia número 2 de Zaragoza y la Audiencia Provncial, y que condenaban a las empresas a indemnizar a las víctimas con 6,2 millones de euros.

Hasta ahora, únicamente habían podido localizar 900.000 euros.