La plantilla de Alumalsa de Zaragoza pasa a la acción para tratar de revertir el ERE para 230 trabajadores plateado por la empresa, el mayor ajuste laboral en la industria aragonesa de los últimos años. En paralelo al inicio de la negociación del despido colectivo, el comité va a activar un calendario gradual de movilizaciones, que irá de menos a más y cuyo primer gran acto será el próximo 8 de octubre. Para ese día hay prevista una andada que partirá desde la fábrica de la carretera de Castellón y confluirá en una manifestación por el centro de la ciudad.

La parte social ya ha solicitado los permisos necesarios a la Delegación del Gobierno en Aragón para desarrollar su calendario de protestas, acordado en la asambleas de trabajadores celebradas el pasado fin de semana, según informaron a este diario fuentes sindicales. El objetivo es llevar a cabo movilizaciones de manera constate y visible mientras dure el periodo de consultas del expediente, unas acciones que se intensificarán si la compañía no complace sus demandas laborales. Esto puede desembocar en la convocatoria de una huelga en esta fundición de aluminio, que está especializada en producir piezas para la industria del automóvil.

REUNIONES CON PARTIDOS Y CON EL ALCALDE

El pistoletazo de salida de la negociación se dará este martes. La empresa, propiedad de la multinacional canadiende Linamar, ha citado al comité a media mañana en la fábrica para entregarle toda la documentación económica y comercial que justifica la aplicación de una regulación de empleo tan drástica. Alumalsa lo achaca a la pérdida de su principal cliente, BorgWarner, que supone el 40% de la facturación de la planta.

La parte social pretendía posponer la reunión con la empresa porque coincide con los encuentros que ha concertado también en la mañana de este martes en las Cortes de Aragón con el PP y del PSOE. Y por la tarde, se reunirá con el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón.

Por su parte, fuentes de la compañía afirmaron que afrontan la negociación con la voluntad de llegar a un acuerdo que sea «lo menos traumático posible» para los afectados y destacaron la apuesta «sólida» del grupo por la continuidad de la planta.