Los trabajadores y los usuarios de la terminal ferroviaria de Calatayud también han detectado que las lunas de cristal se rajan como consecuencia de los problemas de asentamiento del edificio. Una de las cristaleras situadas junto a las puertas del edificio presentaba una grieta de arriba a abajo este mismo fin de semana. La ciudad bilbilitana se levanta sobre una zona rica en yesos, que se disuelven al entrar en contacto con el agua subterránea.