La presidenta de la Asociación del Defensor del Paciente, Carmen Flores, explicó ayer que los médicos que atendieron a Angel Julián Lafuente, el joven de 20 años que el pasado 3 de agosto falleció al parecer a causa de una sepsis meningocócica, pudieron incurrir en un delito penal si se confirma la tesis de la familia. Según esta asociación, con la que se reunirá hoy la familia para estudiar si emprenden acciones legales, "no es normal que el médico de primaria le mandara a casa por la mañana ni que la familia esperara 50 minutos en Urgencias por la tarde".